Al flagelo en torno a la violencia contra la mujer en México se suma una agravante más, los asesinatos de niñas y adolescentes, que en algunas ocasiones no son clasificados como feminicidios, sino como homicidios intencionales.
El Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República publicó un informe en el que expone que entre 2015 y 2022 se registraron un total de 27 mil 133 asesinatos de mujeres y niñas en todo el país, y de ellos, 2 mil 166 fueron en contra de niñas y adolescentes, es decir, mujeres de entre 0 y 17 años edad, lo que representa un 8 por ciento del total. Es decir que cada año desde 2015 han asesinado a 309 niñas, al mes da un promedio brutal de 25.
Las cifras del informe, con base en el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) indica que entre 2015 y 2022 se abrieron 670 carpetas de investigación de feminicidios de niñas y adolescentes.
De los ocho años de los que se tiene registro, se tiene que los mil 496 asesinatos restantes fueron clasificados como homicidios intencionales.
El informe destaca que en el periodo de tiempo analizado, los años 2020 y 2021 fueron los más violentos para niñas y adolescentes, que coinciden con los años en los que se impuso un confinamiento obligatorio para impedir el avance de la Covid-19 en el país.
En estos años se registraron los asesinatos de 291 menores de 18 años para el primero de estos años y 278 para el segundo. De ellos, 115 y 111, respectivamente, fueron clasificados e investigados como feminicidios.
Una agravante en esta información es que los feminicidios en muchos casos fueron perpetrados por integrantes de su familia o de su entorno cercano, esto significa que los presuntos feminicidas fueron tíos, hermanos, padres, padrastros, vecinos o alguien conocido.
Además, se detalla que en gran parte de los casos las niñas y adolescentes fueron asesinadas por razón de género con golpes, estrangulamientos, asfixia, envenenamiento y otros mecanismos más, en un 64.6 por ciento de las veces; mientras que en otro 15.2 por ciento de los casos ocurrió con arma blanca y en un 13.6 por ciento por arma de fuego.
En el informe se coincidió con otros estudios que apuntan que la violencia que niñas y adolescentes enfrentan depende en gran medida a su contexto, en ese sentido, se desprende que casi la mitad de los feminicidios que se registraron entre 2015 y 2022 ocurrieron en el Estado de México.
¿Y las desaparecidas?
La desaparición de personas es un fenómeno que se acrecentó desde principios de este siglo con el surgimiento de organizaciones criminales. Con ello, se volvió cada vez más común en México saber de asesinatos y personas desaparecidas.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), hay un registro de 111 mil 997 personas desaparecidas y no localizadas en México desde marzo de 1964 a marzo de 2023. De ellas, 28 mil 112 son mujeres.
Los años en los que hay un mayor registro de personas desaparecidas van del 2006 y hasta la fecha, con una mayor incidencia en la desaparición de hombres respecto a las mujeres. Pero en el caso de las mujeres, los reportes de desaparición alcanzaron su punto más alto en el año 2019, cuando se documentaron ante la CNB 8 mil 975 casos.
Pero en los datos acumulados desde 1964, destaca que los rangos de edad con mayor incidencia en mujeres desaparecidas, no localizadas y localizadas se encuentra entre 15 y 19 años de edad, con hasta 41 mil 365.
Los datos de la CNB advierten que la mayor cantidad de casos se ha registrado en estados como Jalisco, con 5 mil 484; Nuevo León, con 6 mil 708; Tamaulipas, 5 mil 921 y el Estado de México, con 25 mil 177.
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