Peribán, Michoacán, registra sismo de 4.0 de magnitud

Debido a su ubicación geográfica, México está continuamente expuesto a sufrir este tipo de eventos sísmicos

El sismo ocurrió a las 7:04 hora local, según la información preliminar. (Infobae)

Peribán fue el epicentro de un temblor de 4.0 de magnitud que sorprendió hoy a los habitantes del estado de Michoacán a las 7:04 en hora local (13:04 UTC).

El sismo sucedió 4 km al noreste de la ciudad y tuvo una profundidad de 5 km, de acuerdo con la información preliminar del Servicio Sismológico Nacional (SSN).

Ante una actividad sísmica importante, el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) recomienda no caer en rumores, ni noticias falsas y solo informarse en fuentes oficiales, como las autoridades de Protección Civil, tanto locales y estatales, así como federales.

Tras un terremoto, revisa tu casa en búsqueda de posibles daños, utiliza tu celular solo en caso de emergencia, no enciendas cerillos o velas hasta asegurarte que no hay alguna fuga de gas y recuerda que se pueden presentar réplicas del sismo, por lo que es importante estar alerta.

También puedes seguir las siguientes medidas antes de un terremoto: alista un plan de protección civil, organiza simulacros de evacuación, encuentra las zonas de seguridad en casa, escuela o lugar de trabajo y prepara una mochila de emergencia.

Durante un sismo guarda la calma y quédate en un lugar seguro, aléjate de objetos que puedan caer; si estás en un vehículo, estaciónate y aléjate de edificios, árboles y postes; y si te ubicas en la costa, aléjate de la playa y refúgiate en zonas altas.

(Jovani Pérez/Infobae)

Actividad sísmica en México

México se destaca como uno de los países con más actividad sísmica. En la memoria popular se recuerda sobre todo los acontecimientos de 1985 y 2017, temblores que provocaron devastación en su territorio. A pesar de ser los más recordados, no fueron los de mayor magnitud desde épocas modernas.

El terremoto más fuerte registrado en la historia de lo que hoy es México ocurrió el 28 de marzo de 1787, en la época de la colonia española. Su epicentro fue en Oaxaca y tuvo una magnitud de 8.6. Ello no solamente logró que la tierra vibrara de forma increíble, sino que incluso provocó un tsunami que llegó 6 kilómetros tierra adentro.

En año 2009, el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires) llevó a cabo un estudio para investigar más a profundidad los hechos de 1787. Entonces se sugirió que un evento con una fuerza superior a los 8.6 grados pueden ocurrir próximamente. Se cree que el epicentro se ubicará en la región comprendida entre las costas mexicanas y centroamericanas. Cabe destacar que la zona, conocida como la Brecha de Guerrero, cuenta con antedecentes geológicos que sostienen dicha hipótesis.

Sin embargo, no es necesaria una magnitud tan grande para sembrar el caos. Los mexicanos guardan memorias de terremotos menores, ocurridos en 1985 y 2017. En tales ocasiones, toda la capital y estados se paralizaron ante las consecuencias sin parangón de tales movimientos telúricos.

El 19 de septiembre de 1985 sucedió un terremoto de magnitud 8.2, con epicentro en el estado de Guerrero. Eran las 07:19 horas locales (13:19 UTC). En aquel momento, se pensó que no habría más terremotos de tales dimensiones, mas un evento afín aconteció exactamente 32 años después.

El de 2017 se registró a las 13.14 horas locales (18.30 UTC) con epicentro en los límites de los estados de Puebla y Morelos y dejó un saldo de 369 muertes en el centro del país.