En el México prehispánico, los habitantes de la antigua ciudad de Tenochtitlan llevaban una dieta y medicina basada en productos naturales, aprovechaban las cualidades de plantas, hierbas y algas con propiedades medicinales para combatir distintos padecimientos.
Con el paso de los años, algunas de estas prácticas se conservaron y en la actualidad tienen aportaciones a la farmaceútica moderna, tal es el caso de la espirulina. Este tipo de alga que crece en algunos lagos del país aporta nutrimentos y vitaminas, por lo que aporta diferentes cualidades a la salud, entre ellos combate el cansancio, fatiga mental y aporta vitaminas.
¿Qué es la espirulina y para qué sirve?
Su nombre científico es Arthrospira sp., la espirulina es una cianobacteria filamentosa no diferenciada, es decir que es un tipo de alga unicelular que crece en ambientes desérticos-calurosos, principalmente en la superficie de lagos que contienen altos niveles de agua alcalina.
Una de sus principales cualidades que lo caracteriza es su color, ya que es verdoso, incluso también es conocida como alga verde-azul; además una vez que se seca se convierte en una especie de polvo arenoso; pero su consistencia natural es similar a la de un queso untable.
Este polvo que se extrae de los lagos es la que se usa para diferentes tratamientos médicos y que con el avance de la farmaceútica se ha explotado sus aportes nutrimentales para convertirse en un suplemento alimenticio.
En una investigación realizada por Liliana Ramírez Moreno y Roxana Olvera Ramírez, biólogas del Instituto Politécnico Nacional (IPN) titulada Uso tradicional y actual de spirulina sp (arthrospira sp.) revelaron cuáles son las aportaciones que tiene la espirulina.
Debido a que el alga tiene grandes niveles en proteínas, aminoácidos, vitaminas, minerales entre otros nutrientes más, según diversos estudios realizados a lo largo de los años, la espirulina se usa como suplemento alimenticio, pero también beneficia en controlar el colesterol, es de fácil digestión por lo que elimina toxinas del sistema digestivo y del intestino.
Con el proceso farmaceútico, la espirulina se encapsula en tabletas, las cuales se comercializan en tiendas naturistas. Pero también se comercializa en polvo, para disolverse en agua y consumirse. Cabe apuntar que también se usa como sustituto de harina para sasonar platillos pues debido a su sabor salado se usa como un ingrediente de cocina.
Según el texto de Francisco Hernández y Fray Toribio de Benavente en el que cronicó sus hallazgos en Mexico-Tenochtitlan, narró que los aztecas lo conocían como tecuitlatl nombre original en nahuatl, el cual significa “excremento de piedra”. Los aztecas lo consumían en pequeñas cantidades con tortillas, además lo usaban como condimento para el maíz.
En cuanto a su consumo también se usa en menores cantidades para hacer sopas, botanas, salsas, barras de granola y bebidas instantáneas.
Por sus aportes alimenticios ayuda a disminuir calambres, por lo que es un alimento sugerido a deportistas. Además por los tipos de vitamina E y vitamina B, junto con los minerales que contiene disminuye la fatiga mental y el cansancio excesivo.
También se han realizado estudios recientes en los que se ha investigado sus propiedades antioxidantes y anticancerígenos para ayudar en tratamientos para combatir el cáncer como la leucemia y principios de anemia. Por sus aportes antivirales, antitóxicos reduce la hepatotoxicidad, por lo que ayuda a aliviar enfermedades virales, cardiovasculares como la diabetes, obesidad, inmunodeficiencia y procesos inflamatorios.
Entre sus contraindiciaciones sobresale que mujeres embarazadas o en periodo de lactancia no deben consumir este producto de origen natural. También se recomienda no dar a menores de edad. También personas con enfermedades como hiperuricemia, enfermedades del hígado o patologías autoinmunes no es recomendable su consumo.