“Estuve muy estresado”: las confesiones de el “Chapo” Guzmán sobre sus fugas

La criminóloga Mónica Ramírez reveló algunas reflexiones de Joaquín Guzmán Loera sobre sus dos escapes de cárceles federales mientras estuvo preso en México

La posterior captura de Joaquín "El Chapo" Guzmán, fue una de las grandes capturas a manos de la Marina (Cuartoscuro)

Hace casi ocho años Joaquín “El Chapo” Guzmán, co fundador del Cártel de Sinaloa, hizo lo impensable: escaparse de la que hasta entonces era considerada como la prisión federal más segura de México a través de un túnel de 1.5 kilómetros que comunicaba la regadera de su celda con una casa ubicada al exterior de la cárcel.

Incluso el propio narcotraficante, que se fugó más de una vez de prisiones de máxima seguridad mexicanas, consideró esa fuga como la mayor hazaña de su vida. O al menos así se lo dio a entender el narco a la criminóloga Mónica Ramírez Cano, quien tuvo la oportunidad de trabajar de cerca y elaborar el perfil del otrora líder de la organización criminal y padre de Ovidio Guzmán.

En una publicación reciente en su Twitter, tomada de sus pláticas con “El Chapo” fuera del contexto de confidencialidad, Ramírez Cano compartió un breve diálogo que sostuvo con el capo y en el que se tocó el tema de su fuga del Centro Federal de Readaptación Social Número 1 “El Altiplano”.

“Me he portado bien señorita”

Joaquín Guzmán Loera "El Chapo" huyó de su celda en el penal de máxima de seguridad del Altiplano (Cuartoscuro)

Joaquín ¿Cuál consideras que ha sido tu mejor fuga?”, le preguntó Cano al narcotraficante en una de sus tantas charlas que tuvieron cuando estuvo preso en México.

Ah, no, pues esta última, estuve muy estresado todo el tiempo. Pero siempre me porté bien, me he portado bien señorita”, le habría respondido Guzmán Loera, con esa amabilidad que parece caracterizarlo en su trato con las mujeres.

¿Te parece que fugarte dos veces es portarte bien?”, reviró la autora del libro “Las Puertas del Infierno: un paseo por los siniestros y oscuros rincones de la mente criminal”.

Bueno no, pero yo no quería que me extraditaran señorita”, le respondió el narcotraficante.

Joaquín, fugarte es un delito sumamente delicado. ¿Qué pensabas mientras ibas en esa moto dentro del túnel?”, le explicó la criminóloga al co fundador del también llamado Cártel del Pacífico. “Desde luego, ¡que no me atraparan!”.

Una última esperanza

Desde su encarcelamiento, “El Chapo” está sufriendo “una tortura” al vivir en condiciones de máximo aislamiento en la cárcel de máxima seguridad conocida como Supermax ADX de Colorado.

Guzmán Loera fue recapturado en enero de 2016 y posteriormente extraditado a Estados Unidos (REUTERS)

La estrategia actual de su defensa incluye conseguir ayuda del gobierno mexicano para que Guzmán sea trasladado a México.

En enero de este año el presidente mexicano Andrés López Obrador dijo que su Gobierno revisará si procede o no la solicitud presentada por los abogados y agregó que “siempre hay que dejar la puerta abierta cuando se trata de derechos humanos”.

“Cuando se trata de derechos humanos hay vías y hay instancias internacionales, entonces no es descartar porque el principal de los derechos humanos es el derecho a la vida, entonces a cualquier persona se le tiene que garantizar este derecho”, expresó el mandatario.

“Es muy polémico todo eso, eso ya lo sabemos, pero no podemos decir ‘no’ así, se tiene que argumentar”, concluyó López Obrador

La defensa del Chapo ha argumentado que al detenido “no le pega el sol, la comida es de pésima calidad, y no hay salud, además de que recibe un trato desigual al resto de reos y que desde el pasado marzo solo ha hecho seis o siete llamadas a sus familiares y abogados.

Antes de su extradición a Estados Unidos, Joaquín Guzmán se fugó en 2015 del Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 1 Altiplano, conocido también como el penal de Almoloya, ubicado en el Estado de México.

Ahí está recluido su hijo Ovidio Guzmán, detenido el pasado 5 de enero y sobre quien también pesa una orden de extradición de Estados Unidos por presuntos delitos de tráfico de estupefacientes.