Por primera vez después de más de 12 años, en la alameda de Santa María la Ribera, el Sonido Sincelejo ha dejado de tocar para congregar a la comunidad de la colonia y sus alrededores. A pesar de la restricción impuesta por la alcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, para impedir el encuentro, los integrantes del colectivo buscan nuevas alternativas para volver a ocupar su tradicional pasillo.
En entrevista con Infobae México, Joel García, responsable del Sonido Sincelejo; Checo, miembro del colectivo; así como Luis Ángel Salas Ramírez, asesor jurídico del grupo, dieron a conocer su intención de seguir congregándose domingo a domingo para seguir tejiendo redes entre vecinos y bailadores, aunque no descartaron un amparo para volver a instalar el equipo de sonido.
“Lo que viene es seguir bailando. Esa es la acción. Los invitamos a que bailen con nosotros todos los domingos. Ahora los vecinos que vienen a bailar traen comida y comparten. Es una fiesta ciudadana y una práctica muy bonita. Estamos invitando a que quien venga traiga algo para compartir porque en el espacio público vamos a hacer un picnic, comer entre todos, vincularnos entre colectividades”, expresó Checo.
La última ocasión en que personas adultas mayores ataviadas con trajes de pachucos y rumberas pudieron bailar al ritmo de las canciones que Joel ponía en su tornamesa fue el domingo 19 de febrero de 2023. Aquel día, como acto de manifestación ante la decisión de privarles el servicio de luz frente al Kiosco Morisco, la festividad se trasladó frente al nuevo domicilio de la mandataria delegacional.
El objetivo de los inconformes fue revocar la prohibición de las autoridades por la ocupación de uno de los pasillos en el icónico parque. Más allá de haberle quitado el derecho de transmitir su cariño por la música afrocolombiana y afrocubana a los asistentes, Joel alegó el despojo a la comunidad de un espacio que abonó a la pacificación de la colonia ante las cifras de delincuencia que imperaron años atrás.
“Es un logro comunitario. Es la propia comunidad que lo ha ocupado y si nosotros como colectivo hemos tenido ese éxito en ese espacio es porque todos cooperamos por ello. Por eso nosotros siempre estamos defendiendo ese espacio porque le pertenece a la comunidad, como toda la alameda, pero nosotros nos enfocamos ahí porque fue donde más trabajamos”, expresó.
A diferencia de los domingos donde la música sonorizaba las calles aledañas a la alameda, la agenda del Sonido Sincelejo contempla reuniones más discretas aunque sin dejar de convivir entre los asistentes. Cabe mencionar que durante la protesta frente al domicilio de la alcaldesa, personal delegacional despojó a Joel de parte de su equipo de sonido, sin contemplar aquel instrumental que sufrió daños.
Ante ello, Luis Ángel Salas confirmó la interposición de quejas ante la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCDMX) por las agresiones en contra de los manifestantes. Por otro lado, presentaron denuncias por robo y daño a la propiedad privada, aunque otra de las iniciativas más fuertes fue la búsqueda de un amparo para volver a instalar el sonido.
“Estamos en término para presentar un amparo en contra de la prohibición de la utilización del espacio público, en la actividad específica del baile de la cumbia”
Uno de los argumentos de Cuevas para restringir la instalación de los sonideros en la alameda fue “proteger los derechos humanos de todos los que viven alrededor del Kiosco Morisco”, ante las presuntas quejas de los vecinos por el alto volumen de la música. Al respecto, le autoridad ofreció a los bailadores instalarse en la casa de cultura de la colonia o el deportivo Cuauhtémoc.
El ofrecimiento de la autoridad delegacional fue interpretado por el Sonido Sincelejo como una imposición. En ese sentido, buscan aferrarse a la instalación de sus bocinas en los alrededores del Kiosco para volver a construir un espacio de encuentro para la comunidad.
“De las cosas malas siempre se saca algo bueno. Hay que agradecerle a Sandra Cuevas que gracias a ella nos vamos a fortalecer como comunidad. Se van a tejer más vínculos y vamos a tener un segundo aire de cultura. Gracias, Sandra, la verdad es que nos ayudaste un montón porque nos vamos a fortalecer como ciudadanía”, expresó Checo.