“La mancha de sangre”, la película perdida que fue prohibida en México

La cinta generó tal controversia que fue censurada antes de perderse por 50 años

Escena de “La mancha de sangre”, película perdida que fue prohibida en México

La mancha de sangre, película del realizador Adolfo Best Maugard, fue filmada en el año de 1937; sin embargo, víctima de la censura, el filme no pudo estrenarse hasta 1943, más de cinco años después.

Tan sólo algunos días después de su aparición en los cines, La mancha de sangre fue prohibida por Felipe Gregorio Castillo, el Jefe del Departamento de Cine de aquél entonces, por supuestamente no cumplir con el Reglamento de Supervisión Cinematográfica, un eufemismo para no decir que los temas sobre pobreza y prostitución que tocaba la película eran sumamente incómodos para la sociedad mexicana de la época.

Aunque La mancha de sangre pudo exhibirse algunos días en México en cines muy independientes, la versión que llegó a las salas estaba mutilada, con escenas eliminadas y temas suavizados. El filme fue tachado de pornográfico, y tras ser sacado de su exhibición por la prohibición de Felipe Gregorio, desapareció.

Adolfo Best Maugard, director de la película, era también pintor.

Adolfo Best Maugard es mayormente conocido en la historia del cine mexicano por filmar aquella película prohibida, misma que permaneció perdida durante años hasta que fue descubierta por la Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) durante el año de 1993 luego de recibir material encontrado en los Estudios Churubusco.

La película cuenta la historia de un prostíbulo de la Ciudad de México. Camelia, una trabajadora sexual interpretada por la actriz de Lo Olvidados, Stella Inda, se enamora profundamente de José Casal, quien daba vida a Guillermo, un muchacho de provincia que llega a la ciudad en la busca de una mejor vida.

Stella Inda protagonizó la película prohibida interpretando a una prostituta (Foto: Facebook/Cine Mexicano)

La relación de los dos protagonistas es odiada y evitada por el villano de la película: Gastón, el proxeneta de Camelia, interpretado por Heriberto G. Batemberg. Gastón aleja a Guillermo, pero éste vuelve tiempo después formando parte de una banda de criminales.

Tras la desaparición de La mancha de sangre, pasó a convertirse en un mito, una leyenda para los cinéfilos del cine mexicano sobre una película escandalosa y maldita. Ha sido objeto de estudios, análisis, e intentos por obtener alguna versión más completa.

La mancha de sangre era anunciada con una frase en el póster que decía: un valiente mensaje a la sociedad que parece ignorar los abismos que la rodean. Un drama brutal que estruja, conmueve y que muestra con todo realismo cómo se pierde una mujer”. Según la publicidad de la cinta ésta había sido filmada “dentro del verdadero ambiente los trágicos cabarets”; sin embargo, estudiosos cuentan que fue grabada en un set, pero con absoluto realismo.

Diego Rivera y Frida Kahlo eran amigos de Adolfo Best Maugard, director de "La mancha de sangre".

A la película encontrada por el entonces Subdirector de Rescate y Restauración de la Filmoteca de la UNAM, Francisco Gaytan, le faltaba la imagen del rollo número 9 y el sonido del rollo 6. Los restauradores lograron interpretar lo que decían los personajes al hablar en aquél rollo sin audio y darle forma a la versión del filme más completo hasta la fecha.

El cineasta, además de director también era pintor, y se llevaba muy bien con artistas de la época como Frida Kahlo y Diego Rivera, Clemente Orozco, Rufino Tamayo y Siqueiros. Era llamado Fito Best por sus amigos y familiares. Nacido durante la época gobernada por Porfirio Díaz, fue Jefe del Departamento de Educación Artística durante la primera mitad de los años veinte.

También, el artista fue el responsable de conectar a la actriz Dolores del Río con Hollywood, pues se encontraba bien posicionado con los más grandes de la industria en Estados Unidos. Supervisó la realización de películas como ¡Que viva México!, filme del famoso director y pilar de la historia del cine mundial, Serguéi Eisenstein; y trabajó como camarógrafo en la película de Luis Buñuel: Abismos de pasión.