Este fue el último lugar en el que comió Porfirio Díaz en México antes de partir a su exilio en Francia

El expresidente mexicano salió de México para exiliarse en Francia el 31 de mayo de 1911

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Porfirio Díaz estuvo en el
Porfirio Díaz estuvo en el poder por más de 30 años. (Foto: INAH)

Luego de poco más de 30 años en el poder, y de que la economía del país creciera, pero también la desigualdad y la pobreza en los sectores más marginados de la sociedad, el presidente Porfirio Díaz renunciaría a la presidencia de México.

Fue el 20 de noviembre de 1910 cuando inició la Revolución Mexicana, el movimiento armado que buscaría que las clases sociales bajas fueran tomadas en cuenta y la represión hacia el pueblo por parte del gobierno porfirista se terminara.

Finalmente, el 25 de mayo de 1911, en el Pleno de la Cámara de Diputados Federal, y de conformidad con los acuerdos de Ciudad Juárez, Díaz presentó su renuncia, dejando en su lugar al titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

El 31 de mayo de 1911, seis meses después de que se inició el movimiento armado, Díaz partió al exilio en Francia, desde el puerto de Veracruz, en donde se le rindieron honores militares para después abordar el vapor alemán Ypiranga.

El expresidente renunció en 1911.
El expresidente renunció en 1911. (Fotos: Twitter/@Clionautica)

Sin embargo, antes de partir al país europeo, se cuenta que Díaz desayunó en un establecimiento ubicado en el puerto de Veracruz, que aún existe. Se trata del Gran Café de la Parroquia, que, dicen, es uno de los lugares obligados para conocer durante un viaje al Puerto de Veracruz.

Este es famoso por sus vasos lecheros. Nació, de forma oficial, en 1808, cuando se fundó la Tienda General y Café, que estaba ubicada casi enfrente de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, actual Catedral de Veracruz.

La ubicación era privilegiada, pues se encontraba en la zona del Portal de la Parroquia, cuya construcción data de 1740. Actualmente, se encuentra en el Paseo del Malecón y Valentín Gómez Farías No. 34 y cuenta con otras sucursales.

La fecha de la fundación se estima gracias a un enfrentamiento entre franceses y mexicanos que se registró en los albores del siglo XIX, sin embargo, se sabe que el negocio debió ser inaugurado antes de 1808. La pelea entre extranjeros y locales está registrada en los documentos de la propiedad del Archivo Histórico Municipal de Veracruz. A partir de 1858 comenzó a ser conocido como el Café de la Parroquia.

Se dice que, antes de
Se dice que, antes de partir a Francia, el expresidente desayunó en el Gran Café de la Parroquia.

Este es uno de los lugares obligados del Puerto de Veracruz, contando con una gran tradición. Existe un dicho popular que dice: “ir a Veracruz y no pasar al Café de la Parroquia es como no haber ido a Veracruz”.

En sus mesas, además de Díaz, se han sentado un sinfín de personajes de la política y la farándula, por ejemplo, Agustín Lara.

Entre las tradiciones del Gran Café de la Parroquia, se encuentra que los visitantes puedan escoger la mesa que les apetezca, sin embargo, la tradición más arraigada es su vaso lechero, el cual se puede pedir golpeando la cuchara en el vaso. Inmediatamente uno de los meseros acudirá con con dos jarras, una de café, y otra con leche caliente.

El comensal será el encargado de indicar la cantidad de café que desea beber, para, después, ver cómo se rellena el resto del vaso con leche. Hay una forma específica de hacerlo: el mesero levantará las manos lo más alto posible, y desde ahí dejará caer la leche con el objetivo de crear espuma en el vaso.

La tradición de hacer tildar el vaso para llamar al mesero nació en 1890, cuando los conductores de tranvías hacían sonar la campana del transporte para que un mesero les llevara un vaso de café con leche. El lechero suele acompañarse con pan dulce o cualquiera de los platillos, algunos de los cuales fusionan la comida mexicana, española y cubana.

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