De dónde proviene el nombre de la hierba santa y cuáles son sus propiedades

Dentro de la variedad botánica en México, existen diferentes plantas con cualidades medicinales, además de sus aportaciones culinarias a la gastronomía del país. Entre ellas destacan la hierba santa u hoja santa, esta planta es usada para diversos remedios caseros, pero a la par forma parte de diversos platillos.

Pero, lo que más destaca de la popularidad de la hoja santa es su nombre con el que es conocido en gran parte del territorio mexicano, pues a pesar de que tiene nombres, sobresale el de la hierba santa por su origen que refleja las propiedades de la planta.

Según diversos estudios de la historia de la hoja santa y sus diferentes usos en México, su nombre surgió en la época colonial en el país. Debido a que la hierba ya se usaba en la antigua Tenochtitlán, cuando llegaron los primeros sacerdotes españoles al país y aprendieron de su uso medicinal se asombraron con las cualidades médicas de la planta.

Fue por ello que la consideraron como una hierba “santa”, así que al momento de la enseñanza del español ignoraron su nombre con el que era conocido en los pueblos originarios y empezaron a nombrarla como hoja santa en alusión a las designaciones “milagrosas” que tiene para curar o aliviar distintos padecimientos.

Sin embargo, otro de los nombres que tiene son: momo, acoyo, tlanepa o tlanepaquelite.

Su nombre científico es Piper auritum, de acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sagarpa) la documentación de esta planta tiene orígenes prehispánicos así que ya se usaba para aliviar enfermedades antes de la llegada de los españoles.

Es originaria de México, pero también tiene presencia en el sur de América como en Guatemala, Panamá y Colombia. Su principal característica es que son hojas de tamaño grande en forma de corazón y su aroma es fuerte, por lo que es fácil reconocerla gracias a la fragancia que suelta.

La hoja santa pertenece a la familia de las pimientas negras, por ello también es comúnmente usada en la cocina mexicana gracias al sazón que le da a la comida. El clima en el que se cultiva debe ser cálido o templado, por ello los principales estados en los se da es en Hidalgo, Veracruz, Oaxaca, Puebla —únicamente los límites con Oaxaca— y Quintana Roo. El arbusto de origen tropical puede medir hasta 2.5 metros de altura.

Dentro de la medicina tradicional, la hierba santa tiene propiedades para combatir la fiebre, calmar dolores y para problemas digestivos.

Una manera de aprovechar sus cualidades es con el te de hierba santa. Su preparación es como el de cualquier otro té; se pone a hervir agua y se agrega una o dos hojas santas —previamente lavadas y desinfectadas—, una vez que el agua se torne verdosa se apaga y se sirve en una taza.

De esta forma ayuda con la inflamación de los riñones, dolor estomacal, evitar la indigestión, estreñimiento y diarreas. En cuanto a sus beneficios para las vías respiratorias ayuda a tratar el asma, la bronquitis, tos y resfriados comunes.

Por otra parte tiene propiedades para combatir el nerviosismo e insomnio debido a los sedantes naturales que tiene y altos contenidos en vitamina C. Además ayuda a tratar salpullidos o picaduras de insectos pues puede ser untable; se muele en un molcajete y lo que salga se aplica en la herida.

En cuanto a sus usos gastronómicos se utiliza para la preparación de carnes, pescados, aves, salsas, caldos y quesos. Suele ser usado como sazonador para aromatizar tamales, chiles rellenos, mole verde, huevo y platillos tradicionales.