El último testigo “relevante” por parte de los fiscales en el caso contra García Luna fue Jesús Reynaldo Zambada, alias El Rey, tal como se reportó el domingo 12 de febrero. Durante sus participación en el juicio en Brooklyn, EEUU aseguró que entregó dinero dinero de manera personal al acusado, el cual provenía del Cártel de Sinaloa.
También detalló que se reunió por lo menos en dos ocasiones con García Luna en un restaurante de la Ciudad de México para darle el dinero. La primera vez sucedió al final del sexenio de Vicente Fox y el segundo tres semanas después.
De igual manera, nombró a un abogado, que sería el encargado de coordinar los encuentros con García Luna. De acuerdo con el testimonio de El Rey Zambada, el objetivo de los pagos era proteger y apoyar al Cártel de Sinaloa, lo que derivó en la expansión del grupo criminal en el país.
Se tiene previsto que, luego de las palabras de El Rey Zambada, se presenten dos testigos más, quienes finalizarían su participación el martes 14 de febrero. Además luego de la declaraciones de El Rey Zambada se reveló un documento en el que se pudieron ver los temas que querían preguntar los fiscales en caso de que aceptara declarar.
Además de El Rey Zambada se tiene previsto que testifiquen dos personas más de manera breve por parte de los fiscales.
El día de mañana, martes 14 de febrero, continuará el testimonio del Rey Zambada quien, durante el contrainterrogatorio de la defensa, trató de minimizar su papel en los asesinatos del Cártel de Sinaloa, asegurando que conspiró.
Dijo que intentó nunca involucrarse en el grupo delictivo pero que, cuando su hermano El Mayo Zambada fue conocido como el capo de la droga, perdió su trabajo como contador.
Zambada contó que cuando fue detenido en 2008 el operativo en el que participó la AFI en realidad se trató de una acción por parte de los Beltrán Leyva con sicarios uniformados para matarlo. Sin embargo, dijo que la Secretaría de Seguridad del entonces Distrito Federal “lo rescató” pues fue asegurado, pero no asesinado.
Reynaldo Zambada comentó que a cambio de pagos mensuales Bayardo se encargaría de pasar información a El Rey.
Durante al contrainterrogatorio la defensa de García Luna contó la historia de cuando El Rey Zambada y el Cártel de Sinaloa mataron a un comandante de la policía al decirle que su hijo había sido atropellado por un automóvil en la calle. Cuando el hombre salió a comprobarlo le dispararon.
El Rey Zambada dijo que durante el sexenio de Felipe Calderón dio un pago de 350 mil USD para que uno de sus hombres, Édgar Bayardo, consiguiera un trabajo en la SIEDO.
El dinero, según Zambada, era para el sobrino de García Luna: Víctor Hugo García.
Además, dijo que realizó tres pagos para obtener ascensos para Bayardo, se trató de 100 mil dólares en cada ocasión y el dinero fue para el sobrino de García Luna.
Reynaldo Zambada comentó que había miembros de la Policía Federal que solían invertir en cargamentos de cocaína.
Durante el juicio de García Luna, los miembros del jurado mostraron su inconformidad por la falta de pago en la Corte (alrededor de 40 dólares diarios). El juez Brian Cogan aseguró que lo resolvería a la brevedad.
Reynaldo Zambada indicó que la droga que llegaba al AICM era transportada en pequeños jets privados procedentes de Venezuela, así como otras aeronaves de carga con capacidad para trasladar entre una y cinco toneladas de sustancias ilícitas. Los envíos eran según lo que el gobierno les permitía.
Por ejemplo, en un viaje comercial se podían enviar entre 200 y 250 kilos de cocaína ocultos en maletas, las cuales estaban marcadas para que policías federales las descargaran.
En el quinto día de alegatos iniciales del juicio en Estados Unidos en contra de Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública durante el sexenio de Felipe Calderón, se han destapado algunos de los episodios de corrupción y tráfico de drogas de los que el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) ha sido testigo.
Del 2000 al 2008, El Rey Zambada recibió ayuda de la Policía Federal para descargar cargamentos de droga del Cártel de Sinaloa en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). En la nómina de la organización criminal figuraban agentes de la AFI y de la Procuraduría General de la República (PGR).