El discurso de Colosio y sus frases más impactantes antes de ser asesinado

Luis Donaldo Colosio dio un discurso que impactó a la sociedad mexicana 17 días antes de que fuera asesinado en Lomas Taurinas, Tijuana

Hace 29 años fue asesinado Luis Donaldo Colosio Murrieta (AFP)

Luis Donaldo Colosio Murrieta, el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) —considerado como un oficialista crítico— fue asesinado durante un mitin en Lomas Taurinas, el 23 de marzo de 1994.

Se trata de uno los homicidios que más han causado conmoción en la sociedad mexicana de la historia moderna de México. Dicho crimen fue reabierto a 29 años de haber sucedido, pues un juez federal consideró que la Fiscalía General de la República (FGR) no ha investigado la supuesta tortura que recibió el autor material del homicidio para confesar.

Luis Donaldo Colosio fue asesinado en la ciudad fronteriza de Tijuana, Baja California, tras recibir un disparo en la cabeza y uno en el abdomen a manos de Mario Aburto, cuando se encontraba en un mitin saludando a la multitud en el barrio popular de Lomas Taurinas.

Luis Donaldo Colosio era candidato presidencial en 1994. FOTO: ARCHIVO /ELOY VALTIERRA /CUARTOSCURO.COM

Aburto fue detenido momentos después del homicidio y en aquel entonces de declaró culpable de planear y perpetrar solo el homicidio. No obstante, hoy en día se investigan otras posibles opciones, pues el responsable pudo haber confesado debido a la tortura que posiblemente sufrió. Actualmente se encuentra recluido en el Centro de Readaptación Social de Guanajuato.

Muchos recuerdan que días antes de ser asesinado, Luis Donaldo Colosio Murrieta dio un entrañable discurso, el cual pudo haber perpetrado su ruptura con el entonces presidente, Carlos Salinas de Gortari. En él, hacía referencia a las profundas necesidades del país.

Este discurso fue realizado en el Monumento a la Revolución, en la Ciudad de México, el seis de marzo de 1994, y dejó muchas frases icónicas, que hasta el día de hoy son recordadas. Estas son algunas de ellas:

Mario Aburto presuntamente habría sido el asesino de Luis Donaldo Colosio. FOTO: ARCHIVO /ELOY VALTIERRA /CUARTOSCURO.COM

1.Yo veo un México con hambre y con sed de justicia. Un México de gente agraviada, de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla”.

2.”Quedó atrás la etapa en que la lucha política se daba, esencialmente, hacia el interior de nuestra organización y no con otros partidos. Tenemos que dejar atrás viejas prácticas, las de un PRI que dialoga consigo mismo y con el gobierno, las de un partido que no tiene que realizar grandes esfuerzos para ganar”.

3. “México quiere democracia, pero rechaza su perversión: la demagogia. Expreso mi compromiso de reformar el poder para democratizarlo y para acabar con cualquier vestigio de autoritarismo”.

4. “Sabemos que el origen de muchos de nuestros males se encuentra en una excesiva concentración del poder. Concentración del poder que da lugar a decisiones equivocadas; al monopolio de iniciativas; a los abusos, a los excesos”.

Le dispararon a Colosio el 23 de marzo de 1994, en el barrio de Lomas Taurinas, Tijuana, en el estado de Baja California (Foto: Cuartoscuro)

5. “Me he encontrado con el México de los justos reclamos, de los antiguos agravios y de las nuevas demandas; el México de las esperanzas, el que exige respuestas, el que ya no puede esperar”.

6. “Yo veo un México de trabajadores que no encuentran los empleos ni los salarios que demandan; pero también veo un México de trabajadores que se han sumado decididamente al esfuerzo productivo”.

7. “Frente a Chiapas los priistas debemos de reflexionar. Como partido de la estabilidad y la justicia social, nos avergüenza advertir que no fuimos sensibles a los grandes reclamos de nuestras comunidades; que no estuvimos al lado de ellas en sus aspiraciones; que no estuvimos a la altura del compromiso que ellas esperaban de nosotros”.

8. “Es la hora de un nuevo impulso económico; es la hora de crecer sin perder la estabilidad financiera ni la estabilidad de precios. La economía, más allá de las metas técnicas, tiene que estar al servicio de los mexicanos”.

9. “Es la hora de hacer justicia a nuestros indígenas, de superar sus rezagos y sus carencias; de respetar su dignidad. Como lo dije en San Pablo Guelatao, Oaxaca: es la hora de celebrar un nuevo pacto del Estado mexicano con las comunidades indígenas”.

10. “La educación es nuestra más grande batalla para el futuro. A ella destinaremos mayores recursos”.