En julio de 2019, durante la exposición IM Intermoda México en la ciudad de Guadalajara, una línea de ropa con una imagen muy llamativa anunció su nueva llegada al mercado.
Un día antes, Joaquín “El Chapo” Guzmán fue sentenciado a cadena perpetua en la Corte de Distrito Federal en Brooklyn por cargos de narcotráfico, asesinato y lavado de dinero después de un juicio de más de tres meses.
“Dado que el gobierno de Estados Unidos me va enviar a una prisión en la que mi nombre no volverá a ser escuchado nunca más, aprovecho esta oportunidad para decir que aquí no hubo justicia”, declaró el ex líder del Cártel de Sinaloa minutos antes de escuchar su sentencia.
Sin embargo, mientras “El Chapo” confirmaba que iba pasar sus últimos días en la prisión federal más restrictiva de los Estados Unidos, al otro lado de la frontera una de sus hijas lanzaba entusiasmada un nuevo emprendimiento.
Pese a ocupar un espacio perdido en un rincón de apenas cuatro metros cuadrados, la marca de ropa “El Chapo 701″ fue uno de los puntos más visitados de la feria.
Lo que atrajo principalmente a los curiosos, además de las enormes cajas de ropa con chamarras en colores metálicos o estampados florales, fue un cartel con la figura de “El Chapo” impresa en negro sobre cartón, reportó la agencia EFE.
La línea, según Gilberto de Anda, quien se presentó como abogado de la firma, era propiedad de Alejandrina Gisselle Guzmán Salazar, hija del narcotraficante y su primera esposa, aunque otras versoines indicaron que la dueña era su actual pareja sentimental, Emma Coronel.
Más que un negocio, añadió De Anda, se trataría de un gesto altruista. “Los ingresos están destinados a los reclusorios y a las personas que necesiten ayuda”.
El catálogo estaba conformado por una veintena de prendas y accesorios, muchas de ellas con el número 701 impreso, el lugar que la revista Forbes le otorgó a “El Chapo” Guzmán cuando lo incluyó en la lista de los más ricos del mundo en 2009, calculando su fortuna en más de mil millones de dólares.
Los precios fueron variados. Desde chamarras de 35 dólares hasta billeteras, sacos y cinturones de más de 400 dólares, mientras que en la línea de artículos para las mujeres destacó una chamarra dorada de 98 dólares.
La pieza estelar del catálogo fue un cinturón conocido como “piteado”, el cual consistió en un trabajo artesanal de bordados con cuero, una característica textil muy presente en la narcocultura.
La misteriosa desaparición de “El Chapo 701″
A pesar del éxito que tuvo en la exposición de moda de Guadalajara, la marca patrocinada por la hija de “El Chapo” Guzmán desapareció un año después de su lanzamiento.
De un momento a otro ya no se pudo ingresar al portal elchapoguzman.com, donde se encontraba la historia de la marca, la definición de quiénes eran, la oferta de licencias y un link de contacto y de la tienda en línea.
Uno de los artículos más llamativos, que en ese entonces todavía se podían consultar en línea, fueron una serie de camisas similares a las que utilizó “El Chapo” cuando concedió una entrevista a la actriz Kate del Castillo y a Sean Penn. El precio de esas prendas rondaba los 800 pesos mexicanos.
También había oferta de gorras, sudaderas, camisetas, calzado y accesorios para hombre y mujer. Pero ahora el vínculo para ingresar e intentar adquirir alguna de esas prendas se encuentra roto. Lo mismo ocurre con los perfiles de la marca en las redes sociales de Facebook e Instagram, en donde la última publicación se hizo el 11 de julio de 2020.
Alejandrina Gisselle es profesionista, emprendedora y esposa. La empresaria del clan Guzmán estudió medicina en la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG) de la que egresó en 2005, de acuerdo con reportes de medios como El Universal.
En 2007 fundó una compañía que ofrecía servicios de medicamentos, cosméticos, células madre, banco de sangre, distribución de implantes y prótesis llamada Servicios Especializados en Vacunación Cegival, de acuerdo con el medio.