Luego de que concluyeron los testimonios de Israel Ávila, operador del Cártel de Sinaloa, se presentó en el juicio en contra de Genaro García Luna un nuevo testigo: Harold Mauricio Poveda Ortega, alias El Conejo. Se trata de un capo de origen colombiano señalado por dotar de cocaína a los Beltrán Leyva.
Durante su testimonio, El Conejo, dijo que su trabajo consistía en establecer relaciones entre narcos mexicanos y colombianos para el envío de sustancias ilícitas a Estados Unidos.
El Conejo mantuvo una alianza con Ismael El Mayo Zambada y así conoció a El Rey Zambada, quien lo ayudó a regresar a su país natal usando el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). Tras esto regresó a México y se relacionó con Arturo Beltrán Leyva.
Harold Mauricio Poveda dijo que escuchó a Arturo Beltrán Leyva decir que habían “secuestrado” a Genaro García Luna.
El Conejo también aseguró que hizo un pago de 500 mil dólares a dos comandantes de la Policía Federal para que liberaran a miembros de su familia luego de un cateo en una mansión en el Desierto de los Leones. Identificó a los uniformados como Ballardo y Víctor Garay.
En medio de incertidumbre y opiniones contrapuestas, el juicio de Genaro García Luna, acusado de favorecer al Cártel del Pacífico durante su gestión como ex Secretario de Seguridad Pública a lo largo del sexenio del expresidente Felipe Calderón, continúa su curso en el octavo piso de la Corte del Distrito Este de Nueva York.
Durante su testimonio El Conejo dijo que lo obligaron a aparecer en un video en el que respondió diversas preguntas. En la grabación le habrían pedido decir que trabajaba para El Capo. Posterior a estos hechos fue presentado ante medios junto con el material ilícito que fue obligado a tocar.
Luego de que El Conejo indicó las direcciones de los inmuebles los elementos de la Policía Federal acudieron a ellas y las saquearon. Además, los uniformados lo habrían obligado a tocar con sus manos armamento, cartuchos y cocaína para que sus huellas se impregnaran.
El capo mencionó que ese material no era suyo, pero al tocarlo parecía que sí.
El Conejo narró que su arresto fue un tipo de “montaje”, pues aunque fue asegurado el 4 de noviembre de 2010 no fue presentado ante al PGR hasta el 5 de noviembre. La razón, según el capo, fue que los policías que lo apresaron le vendaron los ojos y lo llevaron a un lugar donde habría sufrido tortura.
Dichas acciones tendrían el objetivo de hacerlo confesar donde escondió su dinero y dónde estaban sus casas, más de 20.
Tres años después de haber sido detenido, Genaro García Luna enfrentó por fin el juicio en su contra con el que la Fiscalía de Estados Unidos tratará de comprobar sus vínculos con el Cártel de Sinaloa durante sus años como funcionario público al frente de las instituciones de seguridad que debían combatir al crimen organizado.
Harold Poveda comenzó a sollozar cuando se presentó un video en el que aparecían animales que estaban en una mansión en el Desierto de los Leones, en la Ciudad de México. Incluso recordó a un gato al que llamó Perico. “Era blanco como la cocaína”, detalló el testigo.
Según Poveda, El Rey Zambada lo había traicionado, o por lo menos eso le dijo Arturo Beltrán Leyva.
Un fiscal estadounidense le preguntó a Poveda si reconocía al sujeto de la fotografía que le mostró (se trataba de Arturo Beltrán Leyva). El capo colombiano respondió afirmativamente y dijo que debido a su cercanía, comenzó a llamarlo “tío Arturo”.
Hasta el momento El Conejo no ha emitido declaraciones sobre Genaro García Luna.
Aunque no precisó la fecha, Harold Poveda relató que cuando regresó a Colombia, El Rey Zambada lo llevó al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), donde fue resguardado por agentes policíacos. Aseguró que recibió un buen trato, pues no hubo necesidad de pasar por filtros de seguridad.
Posteriormente volvió a México y logró formar un vínculo estrecho con Arturo Beltrán Leyva, a tal grado de describir la relación como de “padre e hijo”.
El Conejo dijo que durante su trayectoria criminal envió cerca de mil toneladas de cocaína a México a través de embarcaciones pequeñas, lanchas rápidas o aviones.
En un primer momento trabajó de manera independiente. Después se alió a Ismael El Mayo Zambada -uno de los líderes del Cártel de Sinaloa-, pues temía que Arturo Beltrán Leyva lo matara. Fue así como conoció a Jesús Reynaldo Zambada, alias El Rey, quien lo ayudó a regresar a Colombia.
Harold Poveda -otro de los testigos cooperantes- subió al estrado y explicó que él se encargaba de efectuar los lazos entre los narcotraficantes de México y de Colombia, con el fin de enviar droga a Estados Unidos, como Chicago, Nueva York y Los Ángeles.