De altos costos a contaminación acústica: cinco razones para no vivir en la Condesa

A pesar de ser uno de los barrios más solicitados para vivir en la Ciudad de México, la colonia Condesa tiene algunas desventajas que tal vez debas tomar en cuenta antes de decidir mudarte a ella

(Jovanni Pérez/Infobae)

Cuando una persona busca un nuevo lugar para vivir, regularmente toma en cuenta ciertas características de los sitios que tiene en mente. Entre estas se encuentra el costo, pues debe de adaptarse al presupuesto que tienen; la tranquilidad de la zona; la seguridad; el tiempo de traslado del lugar en el que se busca vivir y su centro de trabajo, entre otras características.

En la Ciudad de México, hay muchas zonas que las personas prefieren para vivir. Entre estas, se encuentran colonias como la Del Valle, La Roma, Escandón, y la Condesa. De hecho, esta última es una de las favoritas incluso para los turistas, pues la encuentran agradable por se céntrica y tener cerca diversos puntos de la ciudad como el Centro Histórico, Polanco, Chapultepec, etc.

Sin embargo, no todo en esta colonia, que tiene una gran tradición en la Ciudad de México, es bueno, pues hay algunas características que han hecho que algunas personas salgan de ella y se vayan a vivir a otras zonas.

Algunas de estas son:

Hacinamiento y Congestión de Tráfico: La Condesa es un barrio popular en la Ciudad de México, que atrae a un gran número de turistas y residentes por igual. Esto conduce a la sobrepoblación y la congestión del tráfico, por lo que es un reto para navegar por las calles y disfrutar de un estilo de vida tranquilo.

La Colonia Condesa es una de las colonias que más buscan las personas para vivir.

Alto coste de la vida: Esta colonia, vecina de la Roma, es conocida por sus tiendas y restaurantes de alta gama, que vienen con un alto costo de vida. Los precios de los alquileres también son significativamente más altos en comparación con otros barrios de la Ciudad de México, por lo que es difícil para aquellos con un presupuesto limitado, permitirse el lujo de vivir en la zona.

Contaminación acústica: La vida nocturna del barrio y las calles concurridas pueden conducir a altos niveles de contaminación acústica, por lo que es difícil conseguir una buena noche de sueño. Esto puede ser especialmente difícil para aquellos que son sensibles al ruido o tienen niños pequeños.

Falta de espacios verdes: Aunque Condesa cuenta con varios parques, todavía se queda corta en comparación con otros barrios de la Ciudad de México en términos de espacios verdes.

Esto puede ser un inconveniente para aquellos que disfrutan de actividades al aire libre o simplemente necesitan un descanso del ajetreo y el bullicio de la ciudad.

El acceso limitado a servicios esenciales, como hospitales, es una de las desventajas de la Condesa. REUTERS/Lisi Niesner/File Photo

Acceso limitado a servicios esenciales: Condesa se encuentra lejos de muchos servicios esenciales, como supermercados y centros médicos. Esto puede ser un inconveniente para aquellos que requieren estos servicios con frecuencia y pueden no tener acceso a un transporte confiable.

En conclusión, Condesa puede parecer un barrio deseable por sus tiendas de moda y vida nocturna, pero el hacinamiento, el alto costo de vida, la contaminación acústica, la falta de espacios verdes y el acceso limitado a los servicios esenciales son desventajas que deben ser consideradas antes de elegir vivir allí.

¿Por qué se llama Condesa ?

Esta colonia, que se encuentra en la alcaldía Cuauhtémoc, alguna vez fue parte de las numerosas propiedades de una mujer noble y adinerada, la Condesa de Miravalle, un personaje sin rostro, pues hasta la fecha, no se ha encontrado un solo retrato de ella.

La Condesa de Miravalle vivió en el siglo XVIII, en la Ciudad de México. Su nombre completo era María Magdalena Catarina Dávalos de Bracamonte y Orozco, Tercera Condesa de Miravalle, y nació en la Ciudad de México la noche del 2 de junio de 1701. Fue descendiente de condes venidos de España durante el Virreinato. Fue dueña de alrededor de 70 haciendas en el estado de Michoacán, además de una mina en Nayarit y algunas otras propiedades en diferentes estados de la República.

La Condesa de Miravalle también heredó, de su madre, la Hacienda de Tacubaya, que incluía lo que hoy se conoce como las colonias Condesa, Tacubaya y la Roma. María Magdalena se casó con Pedro Antonio de Trebuesto y Alvarado, en 1721.