La tarde de este 27 de enero Ulises Lara, vocero de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), informó que el accidente ocurrido el pasado 7 de enero entre las estaciones La Raza y Potrero del Sistema de Transporte Colectivo Metro (STCM) se debió a una quema deliberada de cables y a negligencia por parte del conductor.
En su mensaje, el vocero expuso el paso a paso del choque de trenes en el que una joven perdió la vida y 106 personas resultaron lesionadas. El incidente se gestó desde un día antes, el 6 de enero, cuando el Puesto de Control Central (PCC) recibió a las 20:00 horas un reporte sobre una falla en la señalización en un túnel.
A las cero horas del 7 de enero, el equipo de mantenimiento técnico encontró un enorme daño material en el tramo reportado previamente. Descubrieron que dos cables en uno de los registros ubicados en la zona oriente de la estación Potrero fueron quemados deliberadamente, por lo que de inmediato tomaron medidas para resolver el problema.
Fue entonces que el Puesto de Control Central, tras revisar los manuales técnicos de operación, determinó que los trenes circularían en marcha de seguridad. Con esto buscaban garantizar que el servicio no se viera afectado mientras la situación se normalizaba.
Con la marcha de seguridad, los operadores deben avanzar en conducción manual a una velocidad máxima de 15 kilómetros por hora en curva y 35 kilómetros por hora en línea recta. Además tienen estrictamente prohibido cambiar a otro tipo de conducción sin autorización previa del Puesto de Control Central.
Sin embargo, el conductor del convoy 24 -el cual impactó al convoy 23- no siguió las instrucciones. Ya que la caja negra a la que tuvo acceso la Fiscalía de la CDMX reveló que:
- El tren 23 salió de la estación Potrero a las 09:02 y tres minutos después, a las 9:05, salió de la misma estación el 24 en Conducción Manual Restringida.
- El conductor del tren 24 rebasó el límite de velocidad y, sin pedir autorización del Puesto de Control Central, cambió a Pilotaje Automático.
- A las 9:06 horas el convoy 24 chocó al 23. Al momento del accidente el tren que provocó el impacto iba una velocidad de 45 kilómetros por hora.
Además, Ulises Lara mencionó que no se encontraron pruebas de que el operador haya intentado frenar cuando alcanzó al convoy 23.
“Excedió el límite de velocidad en Conducción Manual Restringida (CMR) y cambió a conducción en Pilotaje Automático, cuando está prohibido en marcha de seguridad. No se comunicó en ningún momento al Puesto de Control Central (PCC) para notificar el cambio de tipo de conducción y no realizó ninguna maniobra para detener el tren y evitar el hecho”.
Fue por ello que Carlos Alfredo “N”, conductor del tren 24, fue aprehendido por su presunta responsabilidad en los delitos de homicidio y lesiones, ambos culposos. Sumado a ello la Fiscalía de la CDMX inició una carpeta de investigación por el delito de daño doloso a vías de comunicación, derivado de la quema de cables en la estación Potrero.
Por otra parte el vocero de la FJGCDMX detalló lo sucedido tras el accidente. Explicó que personal técnico del Metro retiró la caja del tren 24 y la colocó al exterior del paradero, según informaron a agentes de la Policía de Investigación (PDI).
Agentes localizaron una camioneta con logotipos del Sistema de Transporte Colectivo Metro. Sin embargo, les indicaron que la caja había sido trasladada a los talleres del Metro.
Es por eso que en relación al manejo de la caja negra tras el accidente, las autoridades determinaron que posiblemente se incurrió en el delito de ejercicio ilegal del servicio público por lo que solicitaron a un juez de control llamar al presunto responsable a una audiencia inicial.