María León se encuentra feliz ante el estreno en la pantalla mexicana de Mira quién baila, proyecto al que se integró para vivir la intensidad de una competencia llena de emociones donde la danza es el ingrediente más vistoso del show.
La artista nacida en Zapopan, Jalisco, ha destacado como cantante y compositora, aspectos artísticos a los que se ha unido el baile de géneros como el vals, el tango, el merengue y la bachata en la producción realizada en Miami que cuenta con las participaciones de figuras como Miguel Martínez, Ferdinando Valencia, Ana Isabelle, Gabriel Coronel, Michelle González, Jorge Anzaldo y Brenda Kellerman.
La ex vocalista de Playa Limbo se siente cómoda con el estilo contemporáneo, y además de haber lucido sus pasos en la pista del reality show que se estrenará este domingo 28 de enero, ha incorporado lo aprendido a su propuesta como solista. Así respondió a la pregunta “¿Qué genero musical disfrutas más?”.
“Ha ido variando, ritmos contemporáneos son mis favoritos, porque aparte de lo demandante físicamente, hay una demanda emocional muy importante y en esta etapa de mi vida personal de amor y desamor está muy palpable. Por el momento mi sentir es la danza contemporánea”, cuenta sobre la disciplina artística que también ha llevado a sus noches de fiesta, “Me gusta mucho salir de rumba, la salsa, la fiesta. Me encanta salir a bailar”, cuenta en charla con Infobae México.
Pese a su gusto por los ritmos tropicales, el regional mexicano y hasta el urbano, María es una gran entusiasta de los bailes clásicos de salón en espacios emblemáticos cuyas noches de gloria se han ido apagando al paso de los años, desde que surgieron a inicios del siglo XX.
“Soy fanática de la época del baile de oro, del danzón, del chachachá. Un sencillo que bailamos incluye el cha cha, que es un derivado cercano al chachachá que bailamos acá en México”, cuenta María, quien lamenta que esta tradición se haya ido diluyendo al paso de las generaciones.
“Me da un poco de tristeza que ese tipo de lugares desaparezcan, el Salón Ángeles, en Guadalajara el Salón Victoria, todos esos salones que generaban encuentros místicos, mucho baile pero también se generaba una cultura a través del pachuquismo, el mambo. Sigo siendo amante de los bailes de salón, me encantaría que se volviera a rescatar la cultura del baile a ese nivel, con toda la filosofía al rededor del baile”.
Aunque María ha demostrado su virtuosismo al ejecutar elaboradas rutinas, considera que cualquier persona puede disfrutar de los acordes de un ritmo bailable, pese a quizá tener “dos pies izquierdos”.
“Siempre he pensado que todo el mundo puede bailar y el baile en realidad es movimiento, para bailar lo que quieres no requiere una estética, se requiere que tengas una conexión con tu corazón, con tus sentimientos, y te muevas al son que la música te señale en tu corazón, hay que bailar en esta vida como si nadie nos estuviera viendo y esa es la mejor forma de poder disfrutarlo sin pena, sin el qué dirán”, cuenta la artista de 36 años.
En el reality producido por TelevisaUnivision que llega a Las estrellas, la cantante de Insomnio encontró en sus contendientes, más allá de rivalidad, una “gran familia” de apoyo.
“Formamos una familia, tener al mismo tiempo a Brenda Kellerman, Miguel Martínez, Michelle González, Gabriel Coronel... fueron una chulada de personas, estábamos todos juntos en una situación de vulnerabilidad, y por estar en pandemia no había acceso al público, entonces nos tocaba a nosotros ser nuestro propio público y echarnos porras, obviamente uno se encariña y hay mucha más empatía porque estamos en la misma batalla”.
Además de impulsar la disciplina de la danza, Mira quién baila busca inspirar al público para que se esfuerce por un objetivo, tal como se verá en la que María considera la edición “donde más alto” ha llegado con la danza.
“La gente que está siguiendo el baile se puede contagiar de ese ánimo de salir adelante. Eso ha sido esta edición para mí, he estado en otros realities, he sido juez, pero confieso que sin duda es la edición en que más me he sentido comprometida al grado de romper con mis propios medios. Es el nivel más alto que me ha tocado bailar, me ha tocado estar cercana a lesiones, cuestionarme si voy o no a poder, no ha sido fácil”.