La historia de Joaquín “El Chapo” Guzmán y Kate del Castillo comenzó hace ocho años con un tuit. A través de un polémico mensaje, la actriz dejó en claro su postura respecto a la política mexicana:
“Hoy creo más en ‘El Chapo’ Guzmán que en los gobiernos que me esconden verdades, aunque sean dolorosas: quienes esconden la cura para el cáncer, el sida, etc. para su propio beneficio y riqueza”, escribió del Castillo en 2012.
“No iba diridigo a ‘El Chapo’ para nada. Era un manifiesto a corazón abierto”, confesó en una entrevista para el programa Red Table Talk: The Estefans. “Mi vida cambió. Todos me decían: ‘Tienes que borrar el mensaje”.
Después de ese tuit, los abogados de Guzmán Loera —que en ese momento se encontraba en prisión— se pusieron en contacto con la actriz para ofrecerle los derechos de la historia de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera.
A raíz de esa primera interacción, se produjeron una serie de acontecimientos que terminaron llevando a Kate del Castillo, junto con el actor estadounidense Sean Penn y los productores Fernando Sulichin y José Ibáñez, a conocer en persona a “El Chapo” Guzmán.
“No le reconocí, porque nunca lo había visto. Había visto fotos de él cuando era joven. Supe que era él porque me dijo: ‘Amiga, bienvenida”, declaró la artista.
Del Castillo relató que durante el encuentro “El Chapo” se mantuvo a su lado y no dejaba de mirarla fijamente “con una sonrisa enorme” en su rostro. “Sean hablaba, pero él me miraba a mí”, contó.
También recordó el incómodo momento en el que Seann Penn le pidió que le tradujera del inglés al español su petición de si “El Chapo” estaba dispuesto a ofrecerle una entrevista para la revista Rolling Stone. “Eso no estaba en el guión, pero no puedo hacer ningún gesto raro o va estar muerto en cuanto yo parpadee”, narró Kate del Castillo.
“Yo suministro más drogas que cualquiera en el mundo”
“El Chapo” accedió a la entrevista que Rolling Stone publicó junto a una fotografía tomada a Penn vistiendo una playera negra y saludando al bigotudo líder del Cártel de Sinaloa, de camisa azul.
Penn escribió que el capo, de 65 años, le dio un gran abrazo cuando se conocieron en algún “sitio selvático”, y que obtuvo siete horas de entrevistas presenciales y telefónicas sobre sus actividades delictivas.
“Yo suministro más heroína, metanfetaminas, cocaína y marihuana que cualquiera en el mundo”, dijo entre tragos de tequila a Penn en una sorprendente admisión sobre el tamaño de su negocio ilegal.
En mensajes de texto que intercambiaron después de la reunión, Guzmán comentó con Penn una incursión militar el 6 de octubre que casi deriva en su recaptura.
“El Chapo” le restó importancia a las lesiones que sufrió en el rostro y una pierna al evadir ese operativo. “Sólo me duele la pierna un poco”, dijo.
Rolling Stone también publicó un vídeo que mostró a Guzmán sin bigote, contando que traficaba drogas desde antes de los 15 años porque en su pueblo natal, La Tuna, “no había oportunidades de trabajo”. “Desgraciadamente, donde yo me crié no había otra manera de sobrevivir”, argumentó.
Cuestionado sobre si se sentía responsable de los altos índices de adicciones en el mundo, respondió: “Todo eso es falso. El día que yo no exista no va a mermar el tráfico de drogas”.