El reciente fallecimiento de Polo Polo ha generado conmoción y tristeza entre el público que evoca con nostalgia la trayectoria del humorista, quien desde su debut en los años 70 llamó la atención por su desparpajada manera de contar largos chistes que siempre tenían pinceladas de doble sentido y alusiones sexuales.
Durante su trayectoria, además de trabajar en emblemáticos centros nocturnos mexicanos, como el Keops, el Marrakech y más recientemente, El Cuevón, Leopoldo Roberto García también incursionó en escenarios teatrales y en las llamadas películas de picardía mexicana, género en el que compartió escena con otras importantes figuras de la comedia en México.
En sus andanzas actorales, Polo Polo se encontró con Rafael Inclán, con quien al paso de los años consolidó una gran amistad; sin embargo, durante los últimos tiempos y ante el escenario de la demencia vascular que el hoy fallecido padeció, Inclán no se mantuvo tan cercano a él como años atrás.
Esta situación causa la tristeza de Rafael, quien lamenta no haber estado cerca del creador de chistes clásicos como “El vampiro fronterizo” y “El caballo verde”. En un encuentro con los medios de comunicación a las afueras de la agencia funeraria donde velaron el cuerpo del comediante, Rafael Inclán lamentó no haber estado cerca de su colega en los últimos años de su vida.
“Cometí la estupidez de no ir a verlo”, expresó el emblemático actor, quien recordará con gran cariño el legado de quien fuera su amigo a lo largo de más de cuatro décadas.
“Yo lo voy a recordar siempre con las cenas, los juegos, todo lo que en ese tiempo era un grupo de comediantes que nos juntábamos seguido, una vez al mes en casa de alguno. Ahí cotorreábamos muchísimo, platicábamos, así lo voy a recordar”.
Tras su deceso, algunos han llamado a Polo Polo “el padre de la comedia mexicana”, mote al que se refirió Inclán en su encuentro con la prensa. “La comedia ha tenido tantos padres… lo que le falta es una madre. Fue un excelente cuentachistes, fue el caballero del escenario de la comedia mexicana, porque era un caballero”.
Pese a los largos años de amistad, desde que Polo Polo se retiró de los escenarios para tratar su enfermedad bajo el cuidado de su familia, Rafael no acudió a visitarlo, en un afán de “respetar su exhilio”, pero ahora se muestra arrepentido de no haber estado cerca del fallecido a los 78 años.
“Muchos años no nos vimos, no fui a verlo, pendejo…, estoy diciendo qué pendejo que no fui verlo a Querétaro. Nos hablamos (con sus hijos) una o dos veces, (nos decían) que todo estaba tranquilo”.
Asimismo, en el encuentro con los periodistas el actor de 81 años despejó cualquier rumor respecto a los hijos de Polo Polo. Y es que había circulado la versión de que la familia del fallecido comediante lo mantuvo “secuestrado” para que ya no reapareciera ante los medios de comunicación.
Ante ello, Rafael Inclán respondió tajantemente que no es verdad dicho rumor, pues fue la propia enfermedad lo que le impidió proseguir con su carrera y con su vida de manera independiente.
“Lo tenía secuestrado su padecimiento”, aseguró Inclán y recalcó que la familia de Polo Polo lo cuidaba adecuadamente en sus años de enfermedad.
Por otro lado, en una entrevista concedida a las cámaras del programa Hoy, Rafael Inclán detalló lo mismo que contó a los reporteros.
“Fue una impresión muy fuerte para mí porque no lo había visto, cometí la estupidez de no ir a verlo a Querétaro por no verlo disminuido. No sabía exactamente qué tenía, pero pasamos tantas situaciones, tanta risa, entonces fue un golpe muy fuerte. Nos queríamos, nos caíamos muy bien y siempre nos lo manifestamos. Eso no quita el golpe, sobre todo para sus hijos, que es con los que estuvo al final de sus días”, añadió.
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