El juicio contra Genaro García Luna en Estados Unidos, iniciado tres años después de su detención en Dallas, trajo a la memoria el proceso judicial que culminó con la sentencia a cadena perpetua de Joaquín El Chapo Guzmán.

Las referencias al llamado “juicio del siglo” en contra del otrora líder del Cártel de Sinaloa se deben a que ambos casos están íntimamente relacionados. Además, el exsecretario de Seguridad Pública enfrenta a la justicia en el mismo tribunal en el que Guzmán Loera fue condenado: la Corte del Distrito Este de Nueva York, también conocida como la Corte de Brooklyn.

Sin embargo, el “super policía” del sexenio de Felipe Calderón y El Chapo no han sido los únicos mexicanos de alto perfil que han comparecido en dicha corte. En los últimos años, los muros de dicho inmueble han sido testigos de al menos otros dos casos relacionados, también, con el crimen organizado y la corrupción.

En consideración de la periodista Anabel Hernández, el exceso de confianza de Salvador Cienfuegos Zepeda, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, fue el factor clave para que las autoridades estadounidenses pudieran iniciar un proceso en su contra.

Las conversaciones que supuestamente mantenía con toda libertad desde su celular con miembros del Cártel H-2, emanado de los Beltrán Leyva, fueron interceptadas por la Administración de Control de Drogas (DEA en inglés). En ellas habría quedado revelada la cercanía entre el exmando militar y personajes como Juan Francisco Patrón Sánchez, El H2, líder de la organización.

Cienfuegos fue detenido el 15 de octubre de 2020 en el Aeropuerto de Los Ángeles, California, por delitos contra la salud y lavado de dinero. “El acusado abusó de ese cargo público para ayudar al Cártel H-2, una organización mexicana de narcotráfico extremadamente violenta, a traficar miles de kilogramos de cocaína, heroína, metanfetamina y marihuana a los Estados Unidos, incluyendo la ciudad de Nueva York”, estableció la imputación en el expediente No. 19-366 (CBA)(E.D.N.Y).

Tres semanas más tarde, el 5 de noviembre, el exsecretario de Defensa compareció en la Corte de Brooklyn y se declaró “no culpable” ante los cuatro cargos que se fincaron en su contra: tres por conspiración para manufacturar, importar y distribuir drogas, además de uno por lavado de dinero.

Días después, los cargos en contra de Cienfuegos fueron desestimados y, finalmente, en enero de 2021 el exmando militar fue exonerado en México por la Fiscalía General de la República (FGR).

Cienfuegos Zepeda no fue el único funcionario mexicano señalado por supuestos nexos con el Cártel H-2. En Nayarit, durante sus años como fiscal general, Édgar Veytia Cambero, apodado como El Diablo, recibió sobornos mensuales a cambio de su protección para el grupo criminal.

El exprocurador de justicia nayarita fue detenido en marzo de 2017 cuando intentaba cruzar hacia San Diego, California, desde Tijuana. Las investigaciones encabezadas por el gobierno de EEUU establecieron que, bajo la protección de Veytia, el Cártel H-2 distribuía mensualmente a aquel país unos 500 kilogramos de heroína, 100 de cocaína, 200 de metanfetamina y hasta tres toneladas de marihuana.

Entre sus operaciones, además, se determinó que Édgar Veytia aprovechó su posición dentro del gobierno para obstruir las investigaciones e incluso para orquestar liberaciones ilegales de algunos acusados.

Algunos reportes señalan que, tras la muerte de Patrón Sánchez, El H2, a manos de una ametralladora de las Fuerzas Especiales en febrero de 2017, la plaza de Nayarit quedó libre para las operaciones del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), con el que también se habría alineado Veytia Cambero.

Un mes después de su detención fue trasladado a Nueva York para enfrentar los cargos por narcotráfico en su contra. En enero de 2019, en la Corte de Brooklyn, se declaró culpable por formar parte de una conspiración internacional para producir y distribuir los narcóticos mencionados anteriormente.

En ese mismo tribunal, el 26 de septiembre, fue sentenciado a 20 años de prisión, además de cinco años de libertad supervisada. La condena estuvo a cargo de la jueza de distrito Carol Bagley Amon, quien también estableció una multa de un millón de dólares por los delitos en los que incurrió.

Cabe especificar que Veytia Cambero figura en la lista de posibles testigos que podrían declarar en contra de Genaro García Luna.

Para cuando Édgar Veytia fue sentenciado, su abogado ya tenía experiencia en casos relacionados con crimen organizado y corrupción. Jeffrey Lichtman, además de defender al exfiscal de Nayarit, formó parte del exclusivo equipo de defensores legales de Joaquín Archivaldo El Chapo Guzmán Loera durante el llamado “juicio del siglo”.

Con el objetivo de agilizar el proceso en su contra, el gobierno de EEUU retiró siete cargos criminales y juzgó al Chapo “únicamente” por diez. Entre ellos, la producción y distribución de cocaína, heroína, marihuana y metanfetamina, así como su participación (material o intelectual) en el asesinato de al menos 26 personas.

La acusación más “grave” de todas estaba relacionada con su liderazgo al frente del Cártel de Sinaloa, organización que bajo su mandato habría generado cerca de 14 mil millones de dólares, según la Fiscalía de EEUU.

Fue detenido, por tercera vez, el 8 de enero de 2016 y entregado a las autoridades estadounidenses el 19 de enero del siguiente año. Su juicio inició el 13 de noviembre de 2018 y, luego de tres meses, el 12 de febrero de 2019 fue declarado culpable de todos los cargos imputados por un jurado federal en Nueva York.

El 17 de julio de 2019 fue catalogado por muchos como el “peor día” en la vida de quien alguna vez fuera uno de los criminales más poderosos. En esa fecha, el juez Brian Cogan dictó la sentencia a cadena perpetua más 30 años en contra del Chapo Guzmán.

Fue en la sala 8D de la Corte Federal de Brooklyn que el capo, cuya carrera criminal inició en los ochentas, pronunció sus últimas declaraciones públicas antes de ser enviado de por vida a la prisión de ADX Florence, en Colorado.

“El juez me negó un juicio justo cuando todo el mundo estaba observando”, dijo el originario de Badiraguato. Después de la comparecencia de más de 50 testigos, incluidos exsocios del capo, amistades y hasta una examante, la Fiscalía pidió que se reconociera “que el acusado era un líder del Cártel de Sinaloa despiadado y sediento de sangre”.

Genaro García Luna estaba encomendado para encabezar la estrategia de seguridad de Felipe Calderón, conocida como la “guerra contra el narco”, iniciada en diciembre de 2006. Sin embargo, se presume que para esas fechas el “súper policía” ya tenía una estrecha relación con los cárteles de la droga.

Según las acusaciones emitidas por el Departamento de Justicia de EEUU, el exsecretario de Seguridad Pública habría colaborado con el Cártel de Sinaloa para permitir gigantescos envíos de droga al país vecino entre 2001 y 2012.

Conspiración para la distribución internacional de cocaína, conspiración para distribuir, y poseer con intención de distribuir, cocaína, conspiración para importar [a Estados Unidos] cocaína y emisión de falso testimonio son los cargos que se le imputaron a García Luna y por los que será llamado a declarar el 23 de enero del año corriente.

Su nombre resonó en la Corte de Brooklyn, donde será juzgado, desde el juicio del Chapo Guzmán, pues Jesús Reynaldo El Rey Zambada García, hermano del Mayo Zambada, confesó que García Luna habría recibido millones de dólares en sobornos del CDS a cambio de información y protección.

El proceso contra García Luna inició formalmente el 9 de enero de 2023. Aquel día llegaron a la Corte los perfiles de casi 400 candidatos para integrar el jurado. Casi dos semanas después, el día 19, se definió la lista de 12 personas que integrarán el cuerpo colegiado.

Serán siete mujeres y cinco hombres quienes decidirán, al finalizar las ocho semanas de alegatos, si es culpable o inocente.

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