Como es bien sabido la hipertensión arterial es una enfermedad crónica en la que aumenta la presión con la que el corazón bombea sangre a las arterias, para que circule por todo el cuerpo, sin embargo existe una planta que puede ayudar a controlar dicho padecimiento, llamada espino blanco.
Es importante mencionar que el sobrepeso y la obesidad son indicadores que pueden llegar a aumentar la presión arterial, ya que sube los niveles de glucosa en la sangre, el colesterol, los triglicéridos y el ácido úrico, lo cual dificulta que la sangre fluya por el organismo.
A nivel mundial se estima que existen más de 100 mil millones de personas con hipertensión, y en México se ubican cerca de 30 millones de usuarios con dicho padecimiento, de acuerdo con los datos revelados por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se atienden a 6 millones de pacientes que acuden periódicamente a consulta externa de Medicina Familiar para poder tratarla.
Mientras que la mayoría de las personas que padecen de hipertensión arterial no lo saben porque desconocen los síntomas más comunes que son: dolor de cabeza intenso, mareos, zumbido de oídos, sensación de ver lucecitas, visión borrosa, dolor en el pecho y tobillos hinchados.
De tal forma que, a diferencia de otras plantas medicinales el espino blanco fue introducido en la terapéutica hasta principios del siglo XX, es así que se utilizan las flores, los frutos y ocasionalmente la corteza.
El espino blanco cuenta con una acción ionotrópica, cronotrópica, dromotrópica y batmotrópica, por lo tanto se le considera como una droga cardiotónica, puesto que aumenta la irrigación sanguínea coronaria y actúa sobre la musculatura cardíaca, de tal forma que aumenta la fuerza de la contracción del miocardio.
Asimismo, tiene un efecto sedante en el sistema nervioso central, antiespasmódico y ligeramente diurético, además puede llegar a ejercer una acción compensadora de los desequilibrios neurodivergentes, regulando la tensión arterial y los trastornos del ritmo cardíaco.
Es así que su uso esta indicado en las alteraciones del ritmo cardíaco que no requieran la intervención de digitálicos, tal es el caso de: extrasístoles, taquicardia paroxística, palpitaciones, coronaritis, así como la prevención de la angina de pecho.
El uso del espino blanco en el tratamiento de la hipertensión arterial únicamente debe realizarse bajo el control médico de un especialista, ya que cabe la posibilidad de sufrir una descompensación tensional.
A pesar de ser una droga poco tóxica en dosis extraterapéuticas, puede llegar a producir depresión respiratoria y cardíaca, es así que los expertos recomiendan no sobrepasar las dosis indicadas y prescribir en forma de tratamientos discontinuos. Asimismo, podría interaccionar con las benzodiacepinas en caso de administración conjunta, pudiendo potenciar su efecto sedante.
La planta es furto de un árbol de hoja caduca que puede llegar a medir de cuatro a seis metros de altura, misma que cuenta con ramas espinosas, hojas lampiñas y aserradas, caducas, flores blancas, olorosas y en corimbo, además de un fruto comestible en forma ovoide, revestido de piel tierna y rojiza que encierra una pulpa dulce y una única semilla.
Esta aprobada por la Comisión E del Ministerio de Sanidad alemán, la cual es una guía terapéutica de plantas medicinales, misma que destaca que la planta es útil para auxiliar los siguientes padecimientos: insuficiencia cardíaca, insuficiencia coronaria, bradicardia e hipertensión arterial.
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