Protegida en la chamarra de su dueño, Kantaro, una cachorra de apenas un mes, acompaña al viajero en cada etapa de su recorrido. Juntos visitan montañas, parques y mercados locales, mostrando una perspectiva única de Japón a través de sus experiencias.
Lo que comenzó como un viaje en solitario se ha convertido en una aventura compartida, documentada a través de publicaciones en redes sociales que capturan desde paisajes serenos hasta las vibrantes calles japonesas.
Con su carácter curioso y amigable, la perrita San no sólo se ha vuelto fundamental para el viaje, sino que ha transformado esta travesía en una historia de conexión y descubrimiento entre un humano y su nueva compañera de cuatro patas.
Una acompañante inesperada
La historia de estos dos viajeros fue compartida a través de las redes sociales de Kantaro, un joven que recorre Japón caminando desde inicios de este año y documenta sus viajes, los lugares a donde llega y las personas que conoce a través de publicaciones y videos.
El 21 de diciembre de este año compartió una peculiar actualización, ya no continuaría su viaje sólo, pues ahora estaría acompañado de una perrita raza shiba color café claro con orejas negras.
“Este es el día uno de “Caminando por Japón con Shiba”. Este es en realidad el día 256 de mi “Walk Around Japan” pero hoy es un día muy especial porque tengo un compañero de viaje, menciona Kantaro en un video mientras muestra a su compañera que cuelga de un pequeño saco.
“Me crucé con ella hace varios días y decidí adoptarla así que ahora estoy oficialmente caminando por Japón con ella. Sólo tiene un mes así que no puede caminar conmigo por ahora pero algún día vamos a estar caminando uno al lado del otro. No puedo esperar a que ese día llegue. Únanse a nuestro viaje, mirenla crecer”, menciona el viajero.
El joven también documenta en sus videos las interacciones que las personas tienen con la pequeña Shiba. San, siempre amistosa, se deja acariciar y cargar, mientras recibe premios, comida y buenos deseos por su viaje.
La historia de su encuentro comenzó en el día 250 del viaje de Kanta, quien, tras pasar tres meses explorando la isla de Okinawa, voló a Fukuoka para iniciar un recorrido a pie por Kyushu. Después de caminar durante catorce días, llegó a Beppu City, donde, al momento de dejar la ciudad, ocurrió algo inesperado.
“Mientras caminaba por la calle vi un letrero en la puerta de una casa que decía ´Cachorritos de Shiba inu nacieron´, así que entré y ese fue el momento en que vi s San y sus hermanos por primera vez y cuando vi los ojos de San por primera vez supe que estaba enamorado de ella”
Aunque en un principio no se sintió preparado para asumir la responsabilidad de cuidarla, el encuentro dejó una profunda impresión en él. En los días posteriores, no pudo dejar de pensar en la pequeña Shiba Inu, lo que lo llevó a reflexionar sobre la posibilidad de regresar por ella. “Si no vuelvo y me la llevo ahora, lo lamentaré por el resto de mi vida”, expresó el viajero.
Cuando finalmente decidió regresar a Beppu, encontró a San en el mismo lugar donde la había visto por primera vez. Sin embargo, el viajero enfrentó un dilema moral: sentía culpa por la posibilidad de separarla de su familia. Fue entonces cuando se enteró de que tanto San como sus hermanos serían subastados en Navidad, lo que significaba que la familia de cachorros sería inevitablemente separada.
Fue entonces cuando regresó a Beppu y se encontró con que San seguía en el mismo lugar ; sin embargo el viajero se sentía culpable de separarla de su familia. Sin embargo, se enteró que tanto ellas como sus hermanos iban a ser separados en una subasta programada para Navidad.
“Sentí que no tenía opción alguna más que llevármela y darle una vida llena de amor. Nunca había tenido un perro antes pero prometo cuidar bien de ella y darle todo mi amor. Me siento muy feliz de que ella llegara a mi vida”, menciona Kantaro.
El viaje de Kantaro
Kantaro comenzó esta travesía el pasado 1 de abril con el objetivo de explorar el país de una manera única, conectando con su naturaleza, cultura y habitantes. Este ambicioso proyecto no sólo implica recorrer largas distancias, sino también documentar diariamente sus experiencias a través de fotografías, videos y reflexiones personales.
El viajero, quien ha compartido su entusiasmo desde el primer día, expresó en su publicación inicial: “Es el primer día de mi viaje alrededor de Japón. Estoy muy emocionado. Como ya saben, amo Japón y no puedo esperar para descubrir partes del país que nunca antes había visto”.
Desde entonces, ha documentado de manera constante su travesía, resaltando los paisajes que descubre, las tradiciones que presencia y las personas que encuentra en su recorrido. Este viaje, que llevará de dos a tres años en completarse, ahora cuenta con la compañía de San, con quien celebrará el Año Nuevo en Yakushima, una isla al sur de Japón.