K9 Jag, el primer perro policía de Twin Rivers que dejó un legado inigualable

Con más de cinco años de servicio, un perro policía dejó huella emocional en quienes fueron testigos de su arduo trabajo

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El can fue un miembro
El can fue un miembro invaluable para la policía y comunidad de Twin Rivers (FB Twin Rivers USD Police Department)

En Twin Rivers, un héroe con cola y patas dejó un legado que trasciende los años. Jag, el primer perro policía de la ciudad, fue un protector incansable y un favorito entre los vecinos.

Desde operaciones complejas hasta momentos de cercanía con los residentes, el perro desempeñó un papel que iba más allá del deber.

Su lealtad y entrega no sólo cautivaron a su equipo, sino que lo convirtieron en un pilar de la ciudad, demostrando que el heroísmo también puede venir en forma de un compañero de cuatro patas.

Un oficial inolvidable

El perro fue el primer
El perro fue el primer canino oficial de la institución, donde era muy querido por el personal (FB Twin Rivers USD Police Department)

Jag, un pastor belga Malinois de ocho años, dejó una huella imborrable en la comunidad del Distrito Escolar Unificado de Twin Rivers, en California. Su figura no sólo representó seguridad y eficiencia operativa, sino también cercanía y afecto en una comunidad que lo consideraba más que un simple perro oficial.

Según informó el departamento policial del distrito, el perro falleció trágicamente en 2016 tras ser atropellado por un vehículo mientras realizaba su certificación estatal anual. Este accidente puso fin a cinco años de servicio como el primer canino oficial de la institución, un rol que desempeñó con excelencia y dedicación.

Su muerte conmocionó a estudiantes, personal educativo y miembros de la fuerza policial, quienes lo habían adoptado como un símbolo de compromiso y protección.

Su compañero y manejador, el sargento Arlin Kocher, lo describió como un ejemplar único. “K9 Jag era todo lo que un manejador y un Departamento de Policía de una escuela podrían desear. Sabía lo que hacía y lo hacía bien”, mencionó Kocher a American Kennel Club, el registro de razas de perros más grande del mundo, quien realizó un perfil del perro policía.

Su carácter intenso y enérgico se combinaba con su dulzura, una combinación que lo hacía ideal para las exigencias de su labor. Kocher resaltó que Jag siempre cumplió con excelencia cada tarea asignada, lo que lo convirtió en un recurso indispensable para el departamento policial y en un ser querido para quienes lo conocían.

Durante su carrera, participó en cientos de búsquedas de narcóticos, logró más de 50 rendiciones de sospechosos y efectuó tres aprehensiones.

El can también desempeñó un papel crucial como puente entre la institución y la comunidad. Sus visitas a escuelas eran esperadas con entusiasmo por estudiantes, personal y familias, quienes disfrutaban de su carácter amigable y protector.

En una serie de publicaciones en redes sociales, el departamento de policía compartió imágenes de Jag interactuando con niños, quienes posaban junto a él abrazándolo y sonriendo. Estas imágenes reflejan el impacto positivo que tuvo más allá de su rol policial, consolidándose como una figura querida y respetada por todos.

Un legado que perdura

Jag era conocido por ser
Jag era conocido por ser amigable con los niños, quienes se acercaban a él para acariciarlo y abrazarlo (FB Twin Rivers USD Police Department)

Jag también destacó en competencias y fue galardonado en numerosas ocasiones, demostrando sus habilidades y entrenamiento excepcionales.

Entre los reconocimientos que recibió se encuentra el premio AKC Paw of Courage, otorgado por el American Kennel Club para honrar a los perros que han realizado sacrificios extraordinarios en el cumplimiento de su deber. Este premio subrayó su valentía y dedicación, cualidades que lo definieron a lo largo de su carrera.

Una de las peculiaridades del perro, según relató el sargento Kocher, era que no permitía que nadie abandonara una habitación sin antes acariciarlo. Además, al finalizar cada jornada, mostraba entusiasmo por regresar a la estación de policía, convencido de que sus compañeros estaban allí sólo para jugar con él.

La pérdida de Jag dejó un vacío significativo en el Departamento de Policía Escolar de Twin Rivers y en la vida del sargento Kocher, quien lo consideraba no sólo un colega, sino también un miembro de su familia.

Según el departamento, su legado como el primer perro policía del distrito y su contribución tanto en el ámbito operativo como en el comunitario serán recordados por años. Su capacidad para equilibrar dulzura y firmeza, junto con su compromiso con el servicio, lo han inmortalizado como un verdadero héroe de cuatro patas.

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