“Guerra emu”, la extraña historia de cómo 20 mil aves vencieron a soldados australianos

Un despliegue militar buscó frenar la destrucción de campos sembrados, pero el plan derivó en un episodio inesperado y memorable

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Un episodio único en la
Un episodio único en la historia australiana reveló cómo la naturaleza puede desafiar incluso las estrategias militares (John Gould/Wikimedia)

En la década de 1930, Australia fue escenario de un inusual conflicto que pasó a la historia como la “Guerra Emú”. Miles de emus, aves no voladoras pero rápidas y resistentes, invadieron campos en Australia Occidental, desatando una respuesta militar que terminaría de manera inesperada.

Con soldados armados y ametralladoras desplegadas, el objetivo era contener a las aves. Sin embargo, estas criaturas demostraron ser adversarias más difíciles de lo previsto, transformando una simple operación en un episodio tan insólito como desconcertante.

Este episodio en la historia del país dejó una huella peculiar en la historia australiana, convirtiéndose en un símbolo del choque entre la naturaleza y la intervención humana.

Un extraño conflicto

Miles de aves invadieron cultivos
Miles de aves invadieron cultivos y alimento gracias a una gran sequía (Charles-Alexandre Lesueur, F. Lambert/ Wikimedia)

El gobierno australiano incentivó a más de 5.000 soldados retirados a establecerse como agricultores en el estado de Australia Occidental después de la Primera Guerra Mundial, en 1932, de acuerdo con un artículo de National Geographic.

A pesar de las promesas de prosperidad, las condiciones del terreno resultaron ser extremadamente adversas, con suelos pobres y lluvias irregulares. En 1932, una severa sequía agravó la situación, empujando a cerca de 20.000 emús a migrar hacia las tierras agrícolas en busca de alimento.

Estas aves, al atravesar las granjas, no sólo consumían los cultivos, sino que también destruían cercas, permitiendo la entrada de otros animales que agravaban los daños.

Los agricultores, desesperados por proteger sus cosechas, solicitaron ayuda al gobierno. En respuesta, el 2 de noviembre de 1932, tres soldados del Royal Australian Artillery llegaron a la región armados con dos ametralladoras ligeras Lewis.

La misión era clara: reducir la población de emús y proteger los cultivos. Sin embargo, lo que siguió fue una serie de eventos que subrayaron la agilidad y resistencia de estas aves.

“En los tres primeros días, los hombres mataron sólo 30 emús. En lugar de permanecer en grandes manadas, los emús se dispersaron, lo que los convirtió en objetivos difíciles. Dos días después, una ametralladora se encasquilló durante una emboscada en un abrevadero, con miles de emús merodeando a la vista”, menciona la publicación.

Sin embargo, pronto se dieron cuenta que habían subestimado a la especie. Son aves rápidas y ágiles, y lejos de agruparse en grandes bandadas como se esperaba, se dispersaron, dificultando su caza. En un intento por emboscar a miles de emús reunidos en un abrevadero, una de las ametralladoras se atascó, dejando a los soldados sin poder actuar.

Según National Geographic, los emús parecían organizarse en “unidades” con vigías que alertaban sobre la presencia de los soldados. Los conductores de camiones, encargados de dirigir a las aves hacia los tiradores, se enfrentaron a la velocidad de los emús, que podían alcanzar hasta 88 kilómetros por hora y maniobrar con facilidad en terrenos irregulares.

El oficial al mando, Gwynydd Purves Wynne-Aubrey Meredith, describió la resistencia de los emús con una frase que se volvió célebre: “Podían enfrentarse a las ametralladoras con la invulnerabilidad de tanques”.

A pesar de los esfuerzos, tras 45 días de campaña, los soldados habían abatido solo 2 mil 500 emús, una fracción de la población total. Finalmente, el gobierno decidió poner fin a la operación, dejando a los agricultores sin una solución efectiva y consolidando la victoria de los emús en este peculiar enfrentamiento.

Características de los emu

Estas imponentes aves pueden alcanzar
Estas imponentes aves pueden alcanzar hasta 88 kilómetros por hora, dificultando la estrategia de los soldados (Benjamint444/Wikimedia)

Además de ser un fracaso militar, este episodio fue un testimonio de la resistencia y adaptabilidad de estas aves. Con una altura de hasta 1,8 metros y una zancada de más de un metro, los emus destacan por su fuerza, velocidad y capacidad de recorrer hasta 24 kilómetros al día siguiendo patrones de lluvia, de acuerdo con National Geographic.

Los emús no son migratorios, sino dispersivos, lo que significa que sus movimientos son impredecibles y pueden ocurrir en cualquier dirección.

Durante las sequías, estas aves, que suelen forrajear en solitario o en pequeños grupos familiares, se agrupan en grandes bandadas, como ocurrió en 1932, lo que desencadenó el conflicto con los agricultores.

Además de su resistencia física, estas aves son alimentadoras oportunistas que dispersan semillas a lo largo de vastas distancias, contribuyendo a la regeneración de la vegetación.

Más allá de su importancia ecológica, tienen un profundo significado cultural en Australia. “Tiene un simbolismo significativo en algunas historias de la creación de los aborígenes de las Primeras Naciones, a menudo representando la resistencia, la fuerza y una profunda conexión con la tierra”, menciona la publicación.

En algunas narrativas, el emú es un espíritu creador que guía el mundo natural, mientras que en otras se le asocia con figuras celestiales en la Vía Láctea.

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