En medio de la devastación dejada por el huracán Francine en Luisiana, una pequeña perrita callejera llamada Desti Ann logró sobrevivir contra todo pronóstico.
Con solo tres patas y un pasado lleno de dificultades, esta resiliente mascota se ha convertido en símbolo de esperanza al iniciar un nuevo capítulo en su vida justo a tiempo para la Navidad.
Rescatada tras días de vagar por las calles inundadas y recibir atención médica por una severa lesión en su pata, ahora espera encontrar una familia que le brinde el hogar que nunca tuvo.
La historia de esta perrita
Desti Ann es una perrita mestiza de dos años color negro que deambuló varios días en la localidad de Luling, Luisiana antes de la llegada del huracán Francine. Aunque muchas personas reportaron al animal, se mantenía esquiva y no dejaba que las autoridades la ayudaran.
Tras el impacto del huracán, los residentes locales comenzaron a dejar comida en las calles con la esperanza de atraer a la perrita y brindarle un lugar seguro, según reporta el medio People.
Diez días después del desastre, un vecino publicó una fotografía del animal, en la que se observaba que tenía una de sus patas gravemente lesionada. Ese mismo día, la perrita fue finalmente rescatada y trasladada al refugio de animales St. Charles Parish Animal Shelter, donde recibió atención médica inmediata.
“Desgraciadamente, fue atropellada por un coche pero finalmente fue acorralada por dos buenos samaritanos que la llevaron al refugio. Debido a su lesión, tuvo que perder una pierna”, menciona una publicación del refugio publicada el 19 de noviembre.
Mientras se recuperaba, el animal comenzó a desarrollar confianza hacia los humanos, pero las solicitudes de adopción no se concretaron. El refugio afirma que la perrita adora la interacción con personas, además de ser muy juguetona y activa.
“Ella es todo un perro con velcro y siempre quiere estar cerca de sus personas favoritas. Si buscas una compañera cariñosa y leal, ¡Desti Ann es tu chica!”, menciona.
En espera de un hogar
El pasado miércoles 18 de diciembre, la organización organizó un vuelo que transportó a más de 50 animales afectados por el huracán desde Luisiana hacia refugios en Oregón y Washington, donde la demanda de mascotas adoptables es mayor.
Este traslado forma parte de las iniciativas de Greater Good Charities, una organización global que brinda apoyo a familias y animales afectados por desastres locales. Según explicó su directora ejecutiva, Liz Baker, “este vuelo y la historia de Desti Ann son un ejemplo del bien que podemos lograr cuando las personas se unen”.
Ahora, la perrita se encuentra en el Oregon Humane Society, donde pasará las festividades mientras espera ser adoptada por una familia que le brinde un hogar permanente.
Este caso no sólo resalta la resiliencia de los animales frente a la adversidad, sino también el impacto positivo de los esfuerzos colectivos para garantizarles una segunda oportunidad.
El traslado de Desti Ann y otros animales afectados por el huracán Francine subraya la importancia de las redes de apoyo entre refugios y organizaciones, que trabajan para conectar a las mascotas rescatadas con comunidades donde puedan encontrar un hogar.