En el concurrido Aeropuerto Internacional de Baltimore-Washington, donde miles de personas transitan diariamente en un constante ir y venir, un labrador negro llamado Argo desempeña un papel crucial en la seguridad de los viajeros.
Este perro realiza sus tareas con precisión y discreción, convirtiéndose en un aliado indispensable para el personal del aeropuerto, según la agencia de noticias Associated Press (AP).
Con una nariz entrenada para detectar explosivos, Argo patrulla incansablemente las terminales, asegurando que cada pasajero llegue a su destino sin contratiempos.
El trabajo de Argo
El labrador retriever negro de nueve años, entrenado como perro detector de explosivos, desempeña un papel crucial en las operaciones de seguridad del transporte.
Su capacidad para identificar amenazas potenciales lo convierte en un recurso indispensable para la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés), de acuerdo con AP.
Cada mañana, cuando Argo cruza las puertas del aeropuerto, sabe que es hora de trabajar. Bajo la guía de su manejador, el especialista en seguridad del transporte Jonathan Lilly, Argo patrulla las terminales con su nariz altamente entrenada para identificar olores asociados a materiales explosivos.
Al caminar entre los pasajeros, Argo los olfatea discretamente. Si detecta algo sospechoso, alerta inmediatamente a Lilly, quien coordina la respuesta adecuada. Esta colaboración ha sido esencial para mantener un entorno seguro, especialmente durante la temporada alta de viajes.
Lilly y Argo han trabajado juntos durante siete años, y su conexión se ha fortalecido con el tiempo. “Nunca deja de sorprenderme lo que puede hacer”, comenta Lilly. Durante una demostración reciente, el equipo mostró cómo Argo identifica amenazas.
“Cuando el hombre se unió a otros pasajeros y caminó tranquilamente hacia la fila de seguridad, Argo reaccionó de inmediato al olor bajando la nariz al suelo, moviendo la cola más rápido y tirando de su adiestrador hacia el objetivo. Rápidamente fue recompensado con su juguete favorito, una pelota de tenis atada a una cuerda”, menciona AP.
De guardián a estrella de calendario
El desempeño de Argo no solo es reconocido en su lugar de trabajo. Este año, fue seleccionado como uno de los 12 perros destacados en el calendario canino de la TSA para 2025. Su retrato, con una bandera estadounidense de fondo, refleja su carácter alerta y su compromiso con la seguridad.
Sin embargo, cuando no está posando o patrullando, Argo es un perro relajado y juguetón. En casa, disfruta de largas siestas y de una dieta estrictamente controlada que asegura su salud y su desempeño en el trabajo.
El camino de Argo hacia su rol actual comenzó en el Centro Nacional de Entrenamiento Canino de la TSA en San Antonio, Texas. Allí, él y Lilly completaron un riguroso programa de 16 semanas que los preparó para enfrentar los desafíos del día a día en un aeropuerto de alta concurrencia.
Aunque Argo está completamente capacitado, el equipo participa regularmente en entrenamientos adicionales para mantener sus habilidades al máximo nivel. “Es una habilidad perecedera, así que debemos asegurarnos de que siga siendo competente”, explica Lilly a AP.
Los perros detectores de explosivos de la TSA tienen una capacidad olfativa extraordinaria. Mientras que los humanos pueden percibir olores generales, estos caninos pueden descomponer los aromas en sus componentes.
Esta precisión es crucial para identificar sustancias peligrosas, incluso en pequeñas cantidades. Además de detectar amenazas, su presencia también actúa como elemento disuasivo para posibles actores malintencionados.
A pesar de su edad, Argo mantiene la energía y el entusiasmo de un cachorro. Lilly planea adoptarlo cuando se retire, aunque estima que faltan varios años para que llegue ese momento. “Todavía quiere trabajar”, dice su manejador, orgulloso de la dedicación de su compañero.