El acelerado ritmo de vida y la falta de tiempo libre han provocado que muchas personas no puedan entrenar y pasear a sus propios perros. Ante la problemática, en los últimos años creció considerablemente el oficio de los paseadores de estos animales.
Si bien no se trata de un trabajo novedoso -pues los paseadores de perros surgieron en Nueva York en los años sesenta del siglo XX- ahora los paseadores de perros brindan un servicio más profesional y especializado en el que se da especial atención al cuidado que necesita cierto tipo de raza o de personalidad de los caninos. Ahora, quienes se desempeñan en este empleo ofrecen entrenamiento, visitas al veterinario o servicios de guardería.
Aunque es variada la oferta de personas que se pueden contratar para brindar este servicio, hay uno que se destaca de entre todos: Pablo, un puerco que dirige una decena de perros a su cuidado y conquista las calles de Río de Janeiro, en Brasil.
Los puercos son animales sorprendentemente inteligentes, capaces de aprender trucos y responder a comandos de manera similar a los perros. Se destacan por su naturaleza social, ya que disfrutan de la compañía, tanto de otros de su especie como de animales diferentes y humanos.
Pablo, el cerdo entrenador de perros
Esta peculiar historia comienza con José Luis García, un uruguayo residente de la capital brasileña. El joven se estableció en la ciudad desde hace más de cinco años y trabajaba en un restaurante popular de la zona. Fue cuando surgió el confinamiento por la pandemia de COVID-19 que perdió su empleo y tuvo que buscar otras formas de ganarse la vida.
Al replantearse cuáles eran sus posibilidades, decidió que tomaría un camino distinto a lo que hacía antes y que de ese momento en adelante sería paseador y entrenador de canes. Para iniciarse en este nuevo camino, José Luis consiguió un socio muy peculiar, pero que sería clave en el éxito de su proyecto, un cerdo que ayuda a pasear y entrenar a los perros.
Pablo de Arrascaeta, es el nombre del puerco entrenador profesional. El curioso nombre se debe al destacado futbolista uruguayo Giorgian de Arrascaeta, pues García es un gran fanático del futbol.
Pablo tiene dos años de edad y es un cerdo dócil, amigable y muy cariñoso. Aunque ya era la mascota del uruguayo, unirse a los paseos fue un descubrimiento sin igual, ya que integrarlo a la “manada” tuvo efectos muy positivos en algunos de los “lomitos” que tenían problemas de comportamiento. La presencia de Pablo ayuda a los perros a calmar su temperamento y moderar su conducta.
Más adelante, José Luis García inauguró su hotel para perros Amor Canino, donde tiene los servicios de guardería, adiestramiento, entrenamientos especiales y los paseos tradicionales.
Una personalidad del internet y la televisión
Pablo llamó la atención de la gente desde el primer viaje que hizo junto a José Luis y los perros a su cargo. Debido a lo curioso del suceso, las personas constantemente le toman fotografías y los detienen en la calle para averiguar un poco más de la historia de esta “asociación”. El joven cuenta en distintas entrevistas que Pablo está acostumbrado al ruido y a toda la atención de la gente, ya que desde bebé sale con él a lugares concurridos, como un parque o un centro comercial.
Al inicio, muchos suponían que Pablo era un “encargo especial” que también necesitaba salir de paseo, pero García siempre se tomó el tiempo de aclarar que se trataba de su socio. Debido a su popularidad, el joven uruguayo creo un perfil de Instagram en el que comparte el día a día de este chancho.
En la red social también se observan cientos de fotos y videos de Pablo en sus días de trabajo, con sus distintas playeras de equipos de futbol, paseos en la playa, así como sus encuentros con personalidades de la televisión y plataformas de comunicación que han solicitado entrevistas con esta dupla.
La cuenta de @pig_pablo cuenta con más de 200 publicaciones y 13 mil seguidores hasta el corte de esta nota.