Perros terapeutas: una luz en la lucha contra los trastornos alimenticios

La seguridad que aportan los canes a los humanos es usada como una herramienta para tratar problemas psicológicos

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Mujer joven reflexionando sobre trastornos alimenticios como la bulimia y anorexia, resaltando la importancia del apoyo emocional. (Imagen Ilustrativa Infobae)
Mujer joven reflexionando sobre trastornos alimenticios como la bulimia y anorexia, resaltando la importancia del apoyo emocional. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Los trastornos alimentarios son enfermedades graves que afectan mayormente a las jóvenes y ponen en riesgo su salud física y mental, estas afecciones provocan pensamientos negativos con respecto a la alimentación y la comida.

De estos padecimientos los más conocidos en la sociedad son la Bulimia, que consiste en comer grandes cantidades de alimento, comúnmente llamado atracón, para luego provocarse el vómito o consumir laxantes para evitar el aumento de peso; así como la Anorexia, la cual radica en dejar de alimentarse, solo beber agua y realizar ejercicios excesivos.

Para tratar estas enfermedades se necesita la asistencia de un terapeuta o psicólogo y en los casos más graves internar al enfermo para regular su salud física. Entre las terapias que pueden ayudar al bienestar de los pacientes con trastornos se encuentra la Intervención Asistida por Perros (IAP) la cual potencia la estabilidad mental de los dolientes con algún trastorno alimentario grave o que estén hospitalizados.

Cómo funciona la Intervención Asistida por Perros

La intervención asistida por perros se ha convertido en una opción auténtica para tratar la bulimia.
La intervención asistida por perros se ha convertido en una opción auténtica para tratar la bulimia.

Según el Instituto Superior de Estudios Psicológicos de España (ISEP), al estar en contacto con la naturaleza y con animales, la salud mental de los pacientes tiende a mejorar, esto se encuentra fundamentado en la teoría de la Biofilia.

El psicoanalista Erich Seligmann Fromm teorizó la Biofilia que, según la página Psicología y Mente, “se refiere al amor a la vida”. La teoría fue retomada en el año de 1984 por el biólogo Edward O. Wilson quien afirmó que “las personas sienten una afinidad de origen innata por todos los seres vivos y por la vida en sí misma, de manera que entre sus necesidades primarias para sentirse sanas y lograr un bienestar sería la necesidad de estar en contacto con la naturaleza”.

Este vínculo existe, según el ISEP, de forma innata y beneficia al estado físico, cognitivo y emocional de las personas con contacto constante con la naturaleza y los animales especialmente los perros.

La injerencia de los canes

El apoyo emocional es importante a la hora de tratar estos trastornos.
El apoyo emocional es importante a la hora de tratar estos trastornos.

Según el sitio de medicina Mayo Clinic, el método principal para tratar un trastorno alimenticio es recibir una consulta con un profesional de la salud mental los cuales elegirán un tratamiento apropiado que se basará en el acompañamiento de los terapeutas, nutriólogos y una red de apoyo conformada por familiares y padres.

El ISEP menciona que para generar estímulos positivos en los pacientes, los perros suelen realizar las siguientes acciones:

  • Actúan como motivadores, mediadores y refuerzan las conductas positivas
  • Son una figura de apoyo y acompañamiento
  • Fortalece la alianza terapéutica lo que permite la cercanía médico paciente
  • Promueve un entorno lúdico y relajado
  • Invita a crear conversaciones no invasivas lo que aumenta el sentido de pertenencia
  • Espontaneidad y aceptación sin prejuicios

La lista de los requisitos

Mujer corriendo junto a su perro al aire libre, disfrutando de un momento de ejercicio y conexión. - (Imagen Ilustrativa Infobae)
Mujer corriendo junto a su perro al aire libre, disfrutando de un momento de ejercicio y conexión. - (Imagen Ilustrativa Infobae)

La Terapia Asistida con Perros debe encontrarse recomendada por el terapeuta que está tratando al paciente. El ISEP señala que se tiene que cumplir con ciertos requisitos para que pueda llevarse a cabo un tratamiento efectivo:

  • El perro debe ser seleccionado, adiestrado y preparado para esta labor, además de cumplir con un estricto control veterinario y sanitario
  • No importa la raza, el color, el tamaño o el aspecto que tenga el can, lo que se busca es un animal equilibrado, de carácter sociable y amigable y sobre todo que disfrute estar en contacto con las personas
  • Las sesiones de intervención deberían diseñarse teniendo en cuenta no solo las necesidades y características de los pacientes, sino también del perro con el que se trabaje
  • La ética profesional y el respeto hacia los animales es un aspecto indispensable y fundamental en este tipo de labor

La razón por la que los perros son elegidos para esta tarea es porque han evolucionado junto a los humanos y, al igual que los gatos, sienten apego y fidelidad por sus dueños.

Por el lado de los humanos, existe el deseo de protección hacia los animales por la vulnerabilidad que ellos tienen y la identificación de emociones con los canes.

Según Purina, “el secreto de que nos hagan sentir bienestar radica en que ofrecen todo lo que tienen sin pedir nada a cambio y no nos juzgan, hecho que potencia nuestra desinhibición y seguridad como personas. Además, la convivencia con animales también nos ayuda a ser más responsables, y a desarrollar valores positivos, y un mayor nivel de respeto hacia nuestro entorno”.

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