En el mundo existen más de 300 razas de perros reconocidas por la Federación Cinológica Internacional (FCI), cada una de ellas tiene necesidades, cuidados y atenciones específicas debido a las diferencias que hay entre especies. Por este motivo es importante saber si tu estilo de vida es compatible con el compañero peludo que piensas sumar a tu familia.
Si bien la raza no determina por completo la personalidad del animal, existen factores determinantes como el tamaño y las tendencias en el comportamiento que ayuden a saber si el tamaño de su hogar se adecúa a la perfección al canino.
Elegir un perro es una gran decisión, pues se deben de considerar factores como su tamaño, personalidad, si va a convivir con niños o adultos. Por estos motivos te compartimos todo lo que hay que saber sobre el Labrador Retriever, cómo surgió la raza, cuál es su tamaño promedio y el carácter que generalmente tienen los ejemplares de esta especie, según la página web de Purina.
Origen y personalidad del Labrador Retriever
El labrador es un perro grande, de constitución fuerte y buena estructura ósea y muscular. Tiene la cabeza ancha y una mirada dulce e inteligente. Su cola, parecida a la de las nutrias, es única. El pelaje es corto y denso y puede ser de color negro liso, amarillo o marrón. Los machos adultos miden entre 56 y 57 cm y pesan unos 30 kg. Las hembras miden entre 55 y 56 cm y pesan 28 kg.
El labrador es, sin lugar a duda, una de las tres razas preferidas a la hora de escoger una mascota para la familia, siempre que te gusta el ejercicio, claro.
Son afables, tranquilos y cariñosos con todo el mundo. Son unos animales sociables y flexibles que se llevan bien con otros animales y con los niños, con los que muestran paciencia e indulgencia. Aun así, conviene no abusar de eso en extremo.
Son enormemente fieles y les encanta sentirse incluidos en la familia, a todos los niveles. Ladrarán para advertir de la presencia de desconocidos, pero saldrán a recibirlos con los brazos abiertos.
La raza no se originó en la península de Labrador, sino en las costas de Terranova en el siglo XVII. Se los entrenaba para llevar las redes a los pescadores a través de las aguas heladas y, a principios del siglo XIX, llegaron a Poole Harbour (Gran Bretaña).
Eran tan bonitos que a los pescadores les llovían las ofertas de los ingleses para comprarlos. La raza se adaptó inmediatamente a la caza con escopeta. El conde de Malmesbury se quedó prendado de estos perros, conocidos en la época como perros de agua de San Juan y empezó a criarlos con el nombre de labrador.
Los beneficios de tener un perro
Una mascota de compañía trae muchos beneficios a la vida de las personas, pues la constante interacción con ellos genera resultados positivos en la salud física, familiar y de la comunidad en la que se desarrolla, de acuerdo con una investigación realizada por Human Animal Bond Research Institute (HABRI), organización a favor de los animales de compañía.
Steven Feldman, director de dicha asociación, explicó en su investigación que los perros o gatos son capaces de "amortiguar el estrés y ayudar a abordar el aislamiento social". Convivir con un compañero peludo influye en gran medida a cuidar los niveles de presión arterial, frecuencia cardíaca y ayuda a la producción de hormonas relacionadas con el bienestar.
La misma organización realizó una encuesta en 2021 para evaluar qué tanto cambió la vida de las personas antes y después de integrar a un perro a su círculo familiar y los resultado impresionaron a los investigadores, pues el 61 por ciento de los propietarios aseguró que consideraría cambiar de casa con tal de que su mascota estuviera cómoda y el 45 por ciento buscaría cambiar de trabajo para compartir más tiempo con el animal.