Qué significa que una persona sea amante de los perros según la Psicología

Amar a estos animales no solo es cuestión de preferencia, sino también un reflejo del estilo de vida y de rasgos psicológicos y emocionales

La conexión con un perro es más profunda y compleja de lo que podría parecer a simple vista. - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Desde hace varias décadas se colocó al perro como “el mejor amigo del hombre”. Y aunque se conoce que los gatos también acompañaron al hombre desde la antigüedad, la relación del humano con los perros se ha vuelto cada vez más estrecha con el paso del tiempo, incluso ahora popularizando el término de “perrihijos”.

Una de las pistas que revelan por qué las personas aman a los perros se encuentra en que estos animales tienen emociones similares a las humanas, al igual que costumbres y temores; lo anterior hace que se forme un lazo emocional profundo, basado en la confianza, el afecto y la complicidad mutua.

Esa misma complicidad y cotidianidad también ha hecho que se considere que los canes se parecen a sus cuidadores, ya sea en aspectos físicos o de personalidad. Por ejemplo, en redes sociales ahora se compara a una persona enérgica, juguetona y cariñosa con un golden retriver, un perro que tiene este tipo de comportamiento.

Ser amante de los perros podría revelar esto de tu psicología

Las personas que prefieren los perros suelen ser extrovertidas, responsables, cariñosas y pacientes.

Si bien no es una regla general de la psicología, las personas que prefieren a los caninos tienen una serie de características de personalidad y comportamientos que las diferencian de quienes optan por otras mascotas, como los gatos. Un estudio colaborativo realizado por psicólogos de la Universidad de Florida, la Universidad Carroll y la Universidad Marquette ha identificado rasgos distintivos en las personas que prefieren a los perros como mascotas.

Algunas de estas características son la extroversión y la sociabilidad. Es común que quienes aman a los perros tiendan a ser más extrovertidos y sociables, pues disfrutan la interacción con otros, así como mostrar calidez y ser expresivas.

Según el estudio, los amantes de estos animales suelen mostrar mayor consciencia respecto a las normas sociales, debido a que son pragmáticos y tienden a mantener un orden en su vida diaria, alineándose con estructuras establecidas.

Otros de los rasgos de personalidad característicos de quienes les encantan los perros, son los siguientes:

  • Paciencia y tolerancia, ya que la crianza de un perro demanda estas aptitudes, lo que desarrolla en ellos una mayor comprensión, tanto con sus mascotas como en sus relaciones personales.
  • Afecto y sensibilidad. Estas personas suelen ser más cariñosas y sensibles. La interacción constante con sus mascotas refuerza su capacidad de mostrar afecto y establecer relaciones emocionales profundas.
  • Amor por las actividades al aire libre, Cuidar de un perro generalmente implica llevar un estilo de vida activo. Paseos diarios y otras actividades al aire libre hacen que quienes prefieren a los perros disfruten más de la naturaleza y el ejercicio físico.

¿Qué beneficios psicológicos tienen los perros para sus dueños?

Los perros contribuyen significativamente al bienestar mental, emocional y físico de quienes los rodean, convirtiéndose en un apoyo invaluable para mejorar la calidad de vida.

Diversas investigaciones en psicología y salud mental han demostrado que su presencia ofrece múltiples beneficios, como el bienestar emocional. La compañía de dichos animales ayuda a regular la presión arterial y la frecuencia cardíaca, promoviendo un estado mental más relajado.

Cuidar a un perro impone estructura y rutina diaria, lo que es particularmente ventajoso para personas mayores o aquellas que enfrentan problemas emocionales o de motivación, ya que al tener cuidados y paseos diarios, los dueños encuentran propósito y dirección en su día a día. En el caso de personas mayores, la relación con un perro puede ofrecer beneficios cognitivos adicionales, ayudando a retrasar el deterioro asociado con la edad, pues as tareas relacionadas con el cuidado de los caninos estimulan procesos como la memoria y la atención, fortaleciendo funciones cognitivas esenciales.

La convivencia con un perro tiene un impacto directo en la reducción del estrés. Al interactuar con ellos, los niveles de cortisol, la hormona del estrés, disminuyen, mientras que se promueve una sensación de calma y relajación. Además, los canes son aliados importantes en el fortalecimiento del estado de ánimo de sus dueños, ya que la interacción con ellos eleva los niveles de oxitocina, una hormona asociada al bienestar y la felicidad.

A pesar de lo anterior, tanto psicólogos como veterinarios recomiendan mantener límites saludables para que la conexión entre una persona y su mascota no derive en una dependencia perjudicial para ambos.