Seuk Kim, un piloto voluntario dedicado al rescate de animales, falleció después de que su avión se estrellara en los bosques nevados de las Montañas Catskill en Nueva York.
Kim, de 49 años, había despegado de Maryland con tres perros a bordo, pero sólo dos de ellos sobrevivieron al accidente, de acuerdo con la agencia de noticias Associated Press (AP).
El piloto era conocido no sólo por su sentido de aventura, sino también por su generosidad y espíritu altruista.
El último viaje de Kim
Kim, originario de Corea del Sur y residente en Springfield, Virginia, logró cumplir su sueño de infancia al convertirse en piloto y utilizó esa pasión para una causa noble: transportar animales desde zonas de desastre y refugios saturados hacia grupos de rescate y nuevos hogares.
Su altruismo fue elogiado por Sydney Galley, otra voluntaria de vuelos de rescate, quien destacó que Kim “solo quería ayudar” y nunca buscaba reconocimiento por su labor, de acuerdo con AP.
Penny Edwards, representante de Forever Changed Animal Rescue, subrayó la profunda huella que dejó Kim en el mundo del rescate animal, afirmando que su ausencia representa una pérdida irreparable.
Maggie Jackman Pryor, directora de un refugio en Schoharie, también recordó con gratitud cómo Kim salvó a cientos de animales, entre ellos una perra y sus cinco cachorros que estaban en peligro de ser sacrificados en un refugio de Tennessee.
El legado de Kim como piloto y rescatista sigue vivo entre quienes lo conocieron, tanto amigos como familiares, quienes lo describen como una persona generosa, valiente y apasionada. Su dedicación a los animales y su espíritu solidario son recordados como una fuente de inspiración.
Kim compartía su vida en Springfield, Virginia, con su esposa, Anna Kang y sus tres hijos. “Tengo el corazón roto”, escribió su esposa el 25 de noviembre en una conmovedora publicación en su perfil de Facebook.
“Mi esposo, Seuk Kim, obtuvo sus alas de ángel haciendo lo que amaba. Estaba llevando perros de rescate a Albany cuando ocurrió el accidente. Él era mi compañero de vida, mi alma gemela, el padre de nuestros hijos. Lo extraño profundamente, junto con su brillante personalidad. Por favor, oren por él y por nuestra familia. Siempre vivirá en nuestros corazones”.
El legado de Kim
Originario de Corea del Sur, Seuk Kim llegó a Estados Unidos con poco más que un sueño y gracias a su esfuerzo y perseverancia logró construir una vida marcada por la generosidad y el propósito. “Trabajó arduamente para alcanzar sus metas y vivió con un espíritu lleno de significado”, expresó su prima Christine Kim en un emotivo mensaje en Facebook.
Antes de convertirse en piloto, Kim desarrolló una carrera en relaciones públicas y marketing. Sin embargo, su verdadera pasión siempre fue volar.
Según su familia, disfrutaba de pasatiempos como la cocina y el béisbol, pero cumplir su sueño de ser piloto fue su mayor logro personal. Recientemente, compartió con sus amigos la alegría de haber conseguido un trabajo en una compañía de vuelos chárter. “Estaba en la cima del mundo”, comentó Sydney Galley, compañera voluntaria en rescates aéreos.
Hace aproximadamente cuatro años, Kim comenzó a usar su habilidad como piloto para una causa que le apasionaba profundamente: el rescate de animales. Realizaba hasta tres vuelos semanales y coordinaba operaciones con otros pilotos, demostrando un compromiso inquebrantable.
Según Galley, Kim aceptaba cualquier desafío con una sonrisa, desde volar con perros grandes y gatos difíciles hasta lidiar con imprevistos durante los vuelos. Su frase habitual, “claro, puedo hacerlo”, reflejaba su disposición incansable para ayudar.
El accidente que cobró su vida el pasado 24 de noviembre ocurrió en circunstancias aún bajo investigación. Las autoridades informaron que la visibilidad era reducida debido a las condiciones climáticas y que Kim había solicitado un cambio de altitud por turbulencia momentos antes de que su avión, un Mooney M20J de 1986, se estrellara.
La Administración Federal de Aviación (FAA) y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) están investigando los hechos.
El sheriff del condado de Greene, Peter Kusminsky, detalló que el avión estaba equipado con tecnología de localización, pero el mal tiempo dificultó la búsqueda. Finalmente, los restos fueron encontrados alrededor de la medianoche del domingo, cubiertos por 30 centímetros de nieve, a unas dos millas de la carretera más cercana.
Entre los animales rescatados en el vuelo, Whiskey, un cachorro de Labrador de cuatro meses con dos patas rotas, está recuperándose en un hospital veterinario de Middletown, Connecticut. Pluto, un Yorkshire terrier de 18 meses, sufrió heridas leves y fue llevado al Refugio de Animales del Valle de Schoharie en Nueva York.
Kim no sólo transportaba animales, también participaba en misiones humanitarias, como el traslado de generadores y suministros tras el huracán Helene en Carolina del Norte.