Una multitud de leones marinos causó asombro en las costas de California al lanzarse en masa hacia el mar, creando una impresionante avalancha animal que dejó boquiabiertos a los residentes locales.
Este fenómeno natural, inesperado y fascinante, captó la atención de quienes presenciaron el majestuoso espectáculo y refleja el comportamiento único de estas criaturas marinas en su entorno natural.
La escena dio lugar a videos difundidos en redes sociales, pues ese lugar no es un sitio común donde estos curiosos animales suelen estar.
Una épica estampida
Un video publicado por el usuario de Instagram @evanb_ocean el pasado 20 de noviembre muestra un extraño fenómeno en la bahía de Monterrey, una ciudad de California, Estados Unidos.
En el video con una duración de 47 segundos muestra cientos de leones marinos deslizándose hacia la orilla para adentrarse al mar; sin embargo, el movimiento que realizan al bajar se vuelve hipnotizante por la cantidad de ejemplares que hay.
Evan B, un video fotógrafo dedicado a capturar instantes de la vida marina acompañó el post con la canción Carmina burana: la fortuna, para añadir un toque de dramatismo a la situación, algo que provocó risas entre los internautas
“La canción me está matando, espero que no hayan salido heridos”, “Wow, ¡nunca había visto algo como eso!”, “Me recuerda a la estampida de El Rey León”, “Uno se espanta y luego provoca un efecto dominó”, fueron algunos de los comentarios que se pueden leer en la publicación.
La invasión de los lobos marinos
En agosto de este año el programa CBC Morning reportó a través de sus redes sociales la inusual presencia de leones marinos en la playa de San Carlos en Monterrey, California.
Los locales mencionaron que nunca habían visto tantos de estos mamíferos en las playas. Una bióloga marina entrevistada por el medio sospechaba que los leones estaban aprovechando el abundante buffet marino de la bahía.
La presencia de los leones marinos en estas playas fueron fenómenos destacados en años pasados. Según Los Angeles Times, cada invierno desde 1990 una banda cada vez mayor de estos animales convergen en este lugar.
Esta especie, reconocida como el mamífero marino más común en la costa oeste de Estados Unidos, destaca por varias características distintivas. Poseen orejas externas bien definidas, grandes ojos expresivos y largas aletas delanteras que les permiten moverse con agilidad tanto en el agua como en tierra.
De acuerdo con el Museo Smithsoniano, su habilidad para caminar en tierra se debe a la flexibilidad de sus aletas traseras, que pueden girarse hacia adelante, una adaptación única que los diferencia de otros pinnípedos.
El dimorfismo sexual es evidente en esta especie: los machos son considerablemente más grandes que las hembras. Mientras que los machos pueden llegar a medir hasta 2.4 metros de longitud y pesar 270 kilogramos, las hembras alcanzan un tamaño más modesto de 1.8 metros y 90 kilogramos.
Además de su imponente presencia, son famosos por su ladrido característico, que se asemeja al de un perro, y por su participación en espectáculos de zoológicos y parques marinos, donde su inteligencia y capacidad para aprender trucos los convierten en estrellas frecuentes.
En cuanto a su distribución, estos mamíferos marinos habitan principalmente en las aguas costeras de California, pero su rango se extiende hasta lugares tan lejanos como las Islas Galápagos y Japón. Durante la temporada de apareamiento, se congregan en las Islas Channel y también se reproducen en diversas islas de Baja California, migrando posteriormente hacia el norte en busca de mejores condiciones alimenticias y climáticas.
Su destreza como nadadores es notable, alcanzando velocidades de hasta 16 kilómetros por hora. Para ello, utilizan sus poderosas aletas delanteras como propulsores, mientras que las traseras actúan como timones para guiarse en el agua.
La reproducción también es un aspecto fascinante de su biología: las hembras alcanzan la madurez sexual a los tres años y los machos a los cinco. Entre mayo y julio, los machos dominantes establecen territorios y forman harenes, compitiendo ferozmente por el acceso a las hembras. Este comportamiento social complejo y su capacidad de adaptación aseguran su éxito como una de las especies marinas más icónicas del Pacífico.