La comunidad del zoológico de Calgary en Canadá enfrenta una profunda conmoción tras un trágico accidente que costó la vida de Eyare, un gorila occidental de tan solo dos años.
Lo que debía ser una rutina de entrenamiento para vacunación terminó en tragedia cuando un miembro del personal activó por error una puerta hidráulica, golpeando fatalmente al joven primate.
Este incidente desató preguntas sobre la seguridad y el manejo de animales en el zoológico, que ya cuenta con un historial de muertes evitables de otros animales.
La muerte de Eyare
A través de un comunicado de prensa el Zoológico informó sobre la muerte de “Eyare”, una gorila occidental de tierras bajas de dos años.
Eyare se movía por la parte trasera de la casa, de un dormitorio a otro, interactuando con los demás gorilas. Un miembro de su equipo de atención tenía la intención de activar una puerta para separar a Eyare del resto de la tropa para una sesión de entrenamiento individual, pero por error activó la puerta equivocada.
Esto provocó que Eyare fuera golpeada por la puerta y sufriera lesiones traumáticas en la cabeza, según declaró Colleen Baird, directora de atención, salud y bienestar animal. Aunque el equipo veterinario trató de ayudarla y aplicar medidas para salvar su vida, la gorila falleció.
La página de Facebook del recinto compartió que se llevó a cabo una investigación exhaustiva para comprender lo que había sucedido además de asegurarse de mejorar la capacitación del personal y optimizar los procesos de cuidado de los animales del zoológico.
“Eyare trajo una inmensa alegría a su tropa, a su dedicado equipo de atención y a toda nuestra comunidad. Su pérdida es inimaginable y nuestros corazones están con todos los que la amaron”, comentó en el post acompañado de una imagen de la gorila.
“Reconocemos la profunda responsabilidad que tenemos en el cuidado de la vida silvestre que se nos ha confiado. Continuaremos honrando el legado de Eyare haciendo todo lo posible para evitar que este tipo de tragedias ocurran en el futuro” concluyó.
Miles de personas reaccionaron a la noticia de la trágica muerte de la gorila y dejaron comentarios lamentando el deceso de Eyare. Los comentarios incluyeron mensajes de apoyo como: “Mi corazón está con todo el personal y los cuidadores del zoológico de Calgary. Nuestra familia disfrutó ver crecer a Eyare desde que era un bebé y estamos devastados por su fallecimiento”.
Otro usuario añadió: “Es desgarrador para su equipo. Espero que las personas involucradas reciban alguna terapia. Les envío amor y gracia en este momento; los accidentes ocurren”.
Un comentario más reflexionó: “Solo puedo imaginar la profunda tristeza y culpa que siente el individuo responsable, deben ser increíblemente abrumadoras. Espero que reciban apoyo de salud mental y, en el futuro, puedan liberarse de esa culpa para seguir adelante”.
Un historial de accidentes
Según The New York Times esta no es la única vez que sucede un accidente de esta magnitud. En 2009, un capibara murió atropellado por una puerta hidráulica y una araña de mono murió de la misma manera, según Animal Justice, un grupo canadiense de defensa de los animales.
“En 2016, una nutria llamada Logan se ahogó tras enredarse con un pantalón entregado por un cuidador del zoológico, y ese mismo año, siete pingüinos se ahogaron mientras eran trasladados durante la renovación de su hábitat”.
En 2008, más de 40 mantarrayas murieron por falta de oxígeno. En la última década, el envejecimiento de la población animal del zoológico ha sido del 3% anual en promedio, con muertes principalmente geriátricas o relacionadas con enfermedades, aparte de las de Logan y otras excepciones, según el medio.
Camille Labchuk, directora ejecutiva de Animal Justice, afirmó que el zoológico de Calgary parece tener una tasa de mortalidad inusualmente alta.
De acuerdo con The New York Times, un estudio de 2010 de la Asociación Canadiense de Zoológicos y Acuarios señaló que el número anual de muertes en el zoológico casi se duplicó a cerca de 200 entre 2000 y 2009, sin correlación con un cambio en el tamaño de la población animal.
Baird aclaró que las muertes del carpincho y el mono araña ocurrieron en una instalación antigua ya no utilizada, y destacó la política de transparencia del zoológico de Calgary, asegurando que informan a la comunidad de inmediato tras un incidente.