El zorro más pequeño del mundo habita en el Sáhara, ¿Cómo es y cuánto mide?

El zorro fenec, conocido científicamente como Vulpes zerda, habita en las vastas y desafiantes extensiones del desierto del Sáhara y la península del Sinaí.

A pesar de su diminuto tamaño, que lo convierte en el zorro más pequeño del mundo, este fascinante animal ha desarrollado adaptaciones excepcionales para sobrevivir en uno de los climas más inhóspitos del planeta.

Las orejas inusualmente grandes de este zorro, que añaden un toque distintivo a su apariencia, desempeñan un papel crucial en su vida cotidiana, siendo uno de los misterios más fascinantes de este encantador animal.

Habitante del desierto del Sahara y en el Norte de áfrica, el fénec deambula por la noche con sus orejas de 15 centímetros, que parecen haberle quedado demasiado grandes.

Aunque a simple vista puedan parecer útiles sólo para escuchar a los animales con los que convive en el desierto, en realidad, disipan el calor corporal y ayudan a mantener al fenec fresco, de acuerdo con National Geographic.

Al vivir en un desierto seco, no puede permitirse desperdiciar agua sudando. En cambio, el animal enfría su cuerpo haciendo que la sangre pase por los vasos capilares cercanos a la superficie de sus orejas, que funcionan como radiadores de automóvil.

Además, estas orejas también le permiten oír los sonidos más pequeños, incluso los movimientos casi imperceptibles que se producen bajo la arena que lo ayudarán a cazar pequeños insectos, como los escarabajos.

El ambiente en el que vive es tan seco que enfría la sangre haciéndola circular a través de los vasos capilares cercanos a la superficie de sus orejas que actúan como los radiadores de los coches. Además estas también les ayudan a detectar el sonido más nimio.

“También tienen pelo largo y espeso que les aísla del frío nocturno y les protege del sol durante el día. Incluso sus patas tienen pelo, lo que es otra ventaja, ya que puede utilizarlas a modo de raquetas de nieve y evitar quemaduras con la ardiente arena del desierto”, menciona la publicación.

Estos zorros viven en pequeñas comunidades de alrededor de diez individuos. Al igual que otros cánidos, los machos marcan su territorio con orina y se vuelven competidores agresivos durante la temporada anual de apareamiento.

En cuanto a su dieta, los fenec son animales oportunistas que consumen una variedad de alimentos, incluyendo plantas, roedores, huevos, reptiles e insectos, e incluso pueden enfrentarse a pequeñas serpientes. Los fenec pueden prescindir de beber agua durante largos periodos, ya que obtienen la mayor parte del líquido necesario de las plantas y animales que consumen.

Los fenec tienen un pelaje de color crema que les proporciona un excelente camuflaje en su entorno arenoso, con la punta de la cola teñida de negro, lo que acentúa su apariencia distintiva.

Según National Geographic este aspecto adorable ha contribuido a que sean muy buscados en el mercado de mascotas exóticas, impulsando una demanda que amenaza su bienestar en la naturaleza.

Además, los cazadores locales los persiguen para obtener su piel, considerada valiosa en algunas culturas. A pesar de su popularidad, se tiene poca información concreta sobre el estado de las poblaciones de fenec en libertad, lo cual genera preocupación entre los conservacionistas respecto a la estabilidad de su especie en su hábitat natural.

Aunque esta especie fue catalogada como de preocupación menor en 2015 por la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, es importante aumentar los esfuerzos en la investigación y conservación para proteger a estos pequeños zorros del desierto.