Australia alberga una variedad de especies extrañas y fascinantes, entre ellas, la temida araña de tela de embudo.
Este arácnido es conocido por su agresividad y potente veneno que la convierte en una de las especies más peligrosas del mundo.
Aunque su tamaño no es muy grande, su picadura puede provocar una reacción médica grave en cuestión de minutos.
La más letal del mundo
La araña de tela de embudo, también conocida como embudo australiana, destaca por su veneno altamente tóxico y su distintiva tela en forma de embudo. Originarias de Australia, las Atrax robustus encuentran su hogar en bosques húmedos y áreas suburbanas, de acuerdo con National Geographic.
“Su veneno es altamente tóxico y puede ser letal. Los síntomas de una mordedura de una araña de tela en embudo pueden incluir dolor intenso, sudoración, náuseas, vómitos y en casos graves, puede provocar problemas respiratorios o cardíacos”, menciona la publicación. Este veneno, alto en neurotoxinas como la atraxotoxina, es más tóxico en los machos que en las hembras.
Los machos de esta especie son más pequeños, midiendo entre 25 mm y 30 mm de longitud y 8 mm de ancho. En contraste, las hembras adultas alcanzan entre 35 mm y 40 mm de longitud y hasta 12 mm de ancho.
Este marcado dimorfismo sexual es evidente, según la Sociedad australiana de Mantenimiento de Zoológicos los machos presentan grandes bulbos palpal y espolones en las patas, utilizados para sujetar a las hembras durante el apareamiento.
Las arañas de tela de embudo poseen un caparazón brillante, que varía en tonalidad desde marrón hasta negro azulado. Cuando adoptan una postura de ataque, muestran un color rojo bajo el abdomen. Sus largas espineretas son otro rasgo característico, con el macho de Atrax robustus mostrando espolones particularmente prominentes.
Programa de recolección de veneno para salvar vidas
Aunque el veneno de estos arácnidos puede ser letal, el desarrollo del antiveneno ha reducido significativamente las muertes por mordeduras, con solo 13 fallecimientos registrados en el siglo XX.
Existen iniciativas como el del Australian Reptile Park, ubicado cerca de Sydney, Australia que solicita ayuda de la población para atrapar y recolectar a estos especímenes para poder poner en marcha su “programa antiveneno que salva vidas”.
En este, expertos recolectan la leche de estas arañas para extraer su veneno y así crear un antiveneno para las mordeduras.
“Las arañas de tela de embudo macho tienen una vida útil corta, y se requieren aproximadamente 150 arañas para hacer solo un frasco de antiveneno, necesitamos la ayuda del público para garantizar que tengamos suficiente veneno para satisfacer la demanda”, mencionó a CNN Emma Teni, cuidadora de arañas en el zoológico.
Para recolectar los sacos de arañas primero deben identificarse los lugares donde habitan, que regularmente son áreas sombreadas con terreno inclinado, también pueden hallarse en matorrales y patios de la costa central y algunas zonas suburbanas.
Es importante que los recolectores tengan cuidado con las arañas adultas en esas áreas, recomendando usar zapatos cerrados y mantener siempre una distancia segura de ellas al recoger los sacos de huevos.
El parque recomienda utilizar una cuchara para recoger los sacos de huevos y colocarlos en un recipiente liso con una tapa segura, ya que estas arañas no pueden subir por superficies lisas como el plástico o el vidrio. Si una araña está adherida al saco, se aconseja mantener ambos juntos al colocarlos en el recipiente.
Según la revista People, el programa de antiveneno del zoológico ha tenido un impacto considerable en la vida de muchas personas. Una mujer llamada Nicole Webber compartió en redes sociales del zoológico que el antiveneno le salvó la vida en 1994, e instó a otros a apoyar el programa.
Otra persona, Karen Wright, expresó su gratitud hacia el programa, señalando que salvó la vida de su hijo Matthew en 1995 y destacó su aprecio por el trabajo realizado para mantenerlo.