¿Quieres llevarte mejor con tu gato? Este libro intenta explicar el comportamiento de los felinos

Muchos dueños de gatos se enfrentan al misterio de entender la personalidad de sus compañeros felinos, pues hay muchas interrogantes en cuanto a sus patrones de comportamiento.

El nuevo libro “La interpretación de los gatos y sus dueños” de Claude Béata publicado en octubre de este año, se propone aclarar estos enigmas y facilitar la convivencia entre gatos y humanos.

Basado en estudios de caso e investigación, ofrece consejos prácticos para mejorar la relación con tu gato y entender mejor sus acciones cotidianas. Esta guía es una herramienta valiosa para quienes desean fortalecer el vínculo con su mascota y vivir en armonía con su mundo felino.

Claude Béata es un veterinario psiquiatra francés especializado en el bienestar mental y emocional de los animales, particularmente los gatos. Después de comenzar su carrera como veterinario general, se interesó en la psiquiatría veterinaria y llegó a ser uno de los pocos practicantes en Francia.

En su libro explora el comportamiento felino, ofreciendo consejos prácticos para los dueños de gatos, basados en su extensa experiencia clínica. “Los gatos no son tan fácilmente comprensibles como los perros. Los perros son una especie social; es fácil hablar con ellos. Los gatos son extraños”, menciona el autor en una entrevista con The New York Times.

Según él, para lograr una buena convivencia con los gatos es esencial entender su naturaleza dual como presas y depredadores, pues son criaturas con habilidades de caza excepcionales, pero también son lo suficientemente pequeños para ser cazados, lo que influye profundamente en su comportamiento.

Es bien sabido que los felinos buscan su espacio e independencia, por lo que es recomendable proporcionarles un espacio propio que incluya bebedero, comedero y un lugar cómodo para dormir, respetando su individualidad.

Además es muy fácil que se agobien cuando hay mucha gente a su alrededor, algo que sucedió durante la pandemia. Por tanto, proporcionarles un entorno tranquilo y respetar su deseo de privacidad es clave para su bienestar.

“En general, los perros estaban muy contentos de que la gente estuviera allí. Pero los gatos, el primer día decían: ‘Vaya, qué interesante’. El segundo día decían: ‘Bueno’. El tercer día decían: ‘¿Cuándo vuelves al trabajo? Quiero mi espacio, por favor”, menciona.

Los gatos, siendo menos sociales que los perros, necesitan independencia, cariño cuando lo solicitan, y un ambiente seguro y estimulante. Para lograrlo el autor menciona que los mininos confinados suelen tener una vida más larga y menos estresante que aquellos que deambulan libremente.

Béata sugiere que los propietarios no castiguen a los gatos. Métodos como los gritos o los golpecitos, que pueden funcionar con los perros, no son efectivos y pueden dañar la relación con el gato, ya que estos no aprenden mediante el castigo y pueden guardar rencor.

El veterinario detalló que los gatos pueden enseñarnos mucho sobre la importancia de respetar el espacio personal y el consentimiento. Durante el movimiento #MeToo, que se centró en el respeto hacia el cuerpo y el consentimiento, Béata observó que los gatos son un buen ejemplo de esto. Los gatos son muy claros al establecer límites, dejando claro que no quieren ser tocados a menos que ellos lo deseen.

Tener un felino en casa puede aportar muchos beneficios para el bienestar personal. Un estudio en Australia mostró que las personas con gatos suelen ser más seguras de sí mismas, felices y menos nerviosas en comparación con quienes no tienen mascotas, de acuerdo con National Geographic.

“Quienes adoptaron a un gatito tenían mejor calidad de sueño y mayor capacidad para concentrarse y resolver problemas cotidianos”, menciona el artículo.

Los gatos también pueden contribuir a un corazón más sano. Un estudio que siguió a más de 4,000 personas durante 13 años encontró que aquellos que tuvieron gatos tenían menos riesgo de sufrir un ataque al corazón, incluso considerando factores de riesgo como el peso y el tabaquismo.