De la prohibición a la regulación, el desafío de Singapur para regular la presencia de gatos en casas

Un cambio legal que no permitía a felinos habitar viviendas públicas en el país ha cambiado; sin embargo la nueva normativa trae confusión entre quienes buscan integrarse a este nuevo escenario

Esta nueva normativa ha causado revuelo entre los habitantes del país (istockphoto)

Durante décadas, los gatos fueron habitantes ilegales en las viviendas públicas de Singapur, obligando a sus dueños a esconder a sus mascotas para evitar sanciones.

Este año, el gobierno finalmente revocó la prohibición que se mantenía activa desde hace 35 años para tener gatos en estos espacios, poniendo fin a una regla que tenía a cientos de felinos en el limbo.

Sin embargo, las nuevas normativas, diseñadas para integrar a estos animales en la vida pública, han llegado cargadas de ambigüedades y preguntas sin resolver, lo que ha dejado a los propietarios de gatos en una situación incierta, de acuerdo con The New York Times.

Un nuevo comienzo

Muchas personas temen por la integridad de los gatos ante esta normativa (nytimes)

Este año se levantó una prohibición que impedía que gatos habitaran en viviendas públicas del país asiático. Aunque esta norma no era cumplida al pie de la letra y no evitó que las personas compartieran su casa con felinos, fue todo un acontecimiento para los amantes de estas mascotas.

Aunque podría pensarse lo contrario, han surgido muchas preguntas sobre esta normativa, ya que aún no es completamente clara. La ley indica que cada hogar en vivienda pública puede tener hasta dos gatos si se cumplen ciertos requisitos: completar un curso gratuito en línea sobre cuidado de mascotas, y asegurarse de que los gatos tengan un microchip y estén registrados, según el reportaje de The New York Times.

Muchas personas han señalado varias brechas en esta normativa. Por ejemplo, está la situación de qué ocurre si dos personas deciden vivir juntas y tienen más gatos de lo permitido. También preocupa el tema de los gatos abandonados que están registrados con el nombre de sus antiguos dueños.

Además, existe el temor de que aumenten los casos de maltrato animal, ya sea por parte de los propietarios o de aquellas personas que se oponen a tener animales cerca.

“Las nuevas normas no obligan a los futuros propietarios a proteger sus pisos de los gatos como condición para concederles la licencia, existe el temor de que más gatos caigan muertos desde los rascacielos de las viviendas sociales”, menciona el artículo.

Por si fuera poco, los defensores de los derechos de los animales tienen dudas sobre cómo podrá el gobierno asegurarse de que las normas se cumplan adecuadamente.

¿Por qué estaban prohibidos los gatos?

Los felinos fueron prohibidos en viviendas públicas hace 35 años (iStock)

En la década de 1960, Singapur enfrentaba una crisis de vivienda, lo que llevó a muchas personas a vivir en áreas superpobladas y sin condiciones de salubridad adecuadas.

Como parte de los esfuerzos para mejorar estas condiciones, se estableció una prohibición en los bloques de departamentos que dependen de la Junta de Vivienda y Desarrollo (HDB) que no permitía tener gatos en viviendas públicas. Esto se hizo para reducir problemas de higiene y salud en los nuevos complejos habitacionales, de acuerdo con un artículo publicado por The Guardian.

La razón por la que los felinos eran prohibidos es que se consideraban difíciles de contener además que “suelen perder pelo y defecar u orinar en áreas públicas, y también emiten sonidos de maullidos, que pueden incomodar a los vecinos”, menciona la publicación.

Hoy en día, más del 80% de la población vive en pisos de la HDB. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2023 la población era de 5 millones 789 mil 90 personas. Esto significa que 4 millones 631 mil 272 personas habitan estas viviendas.

Si alguien llegaba a violar esta prohibición se le puede aplicar una multa de hasta 4 mil dólares de Singapur (2.970 dólares estadounidense).