William Wegman, el fotógrafo que convirtió a sus perros weimaraners en arte

Man Ray fue el primero en protagonizar las obras de Wegman, tras su muerte siguió Fay Ray y más tarde, la tradición siguió con su descendencia

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Wegman popularizó las fotografías con
Wegman popularizó las fotografías con sus weimaraner a lo largo de los años. (Jesús Aviles/Infobae)

Cuando William Wegman, fotógrafo estadounidense, comenzó su carrera artística en la década de 1970, sus obras eran expuestas en galerías y museos de todo el mundo. En esa misma época, mientras estaba en Long Beach, Estados Unidos, conoció a Man Ray, un weimaraner con el que comenzaría una curiosa, larga y exitosa colaboración.

Man Ray se convirtió desde entonces en la nueva “musa” de Wegman, protagonizando fotografías y videos del artista. Durante años, la mascota se caracterizó por su “entrañable presencia inexpresiva”, según explicó el artista en una biografía publicada en su sitio web oficial.

El animal de compañía murió en 1982 y no fue hasta 1986 que el artista decidió adoptar a otro weimaraner, esta vez de nombre Fay Ray. Con su llegada se reanudaron las clásicas fotografías de perros, en las que se incluyó a su descendencia: Battina, Crooky y Chundo.

Los perros como arte

Man Ray se convirtió en
Man Ray se convirtió en la musa de Wegman durante años, hasta que murió en la década de 1980. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Con el paso del tiempo, las fotografías se volvieron cada vez más icónicas y, años más tarde, fueron protagonizadas por las generaciones entrantes de los perros de Wegman en 1995, 1999 y 2004.

Bobbin, Chip, Candy y Penny, con sus inigualables habilidades escénicas, inspiraron después la creación de múltiples libros para niños como Cenicienta, Caperucita Roja, ABC, Mamá Oca y Días de Granja, entre otros más. Uno de sus escritos, titulado “Puppies” incluso fue “best seller” (más vendido) del New York Times.

Aunque las obras de Wegman protagonizadas por sus mascotas fueron ampliamente reconocidas alrededor del globo, también creó trabajos de cine y video para programas como Saturday Night Live o Plaza Sésamo.

Algunos de sus trabajos más famosos fueron hechos con una cámara Polaroid 20 x 24, cuando comenzó a usarla en 1979, notó que revelaba algunos detalles de Man Ray que no se veían en sus fotografías a blanco y negro.

Un legado inigualable

Actualmente vive en Nueva York
Actualmente vive en Nueva York y trabaja al lado de su mascota Flo. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Durante una entrevista en 2019 con el periódico The Guardian, Wegman declaró que “se hizo realmente evidente que (Man Ray) era un perro viejo”. En aquel entonces, se convirtió en una estrella canina en programas nocturnos de televisión.

A lo largo de una de esas emisiones, se le cuestionó sobre lo que haría una vez su perro muriera. “Puso una especie de mirada malvada en sus ojos. Sabía que estaría oscuro y pensó que yo estaría acabado”, añadió el fotógrafo.

Habló también sobre 1978, año en el que evitó filmar a Man Ray y dijo que “fue realmente miserable” para su mascota, pues recordó que solía entrar al estudio y desplomarse en el suelo como si estuviera diciendo: “¿No vas a hacer nada?”.

Respecto a la predecesora de Man Ray, Fay Ray, comentó que ella siempre “interpretó” a personajes más “severos” y que solía tener una mirada y una presencia más “oscura”.

Al día de hoy, Wegman dejó atrás la costa este de EEUU y se mudó a Nueva York, donde continuó con su trabajo de pintura, dibujo y fotografía al lado de su perro Flo.

Durante aquel diálogo de 2019 con el periódico británico, Wegman dijo que Flo le recordaba “mucho a Fay”, pues es una mascota seria que “se esfuerza y quiere asegurarse de que está haciendo lo correcto”.

Habló sobre lo que piensa que hace especial a esta raza de perros, pues aseguró que “si fueran dálmatas o labradores” la gente podría darse cuenta de que son animales disfrazados, sin embargo, “los weimaraner son más espeluznantes y sombríos”, a su parecer.

Actualmente Wegman comparte muchas de sus obras a través de su cuenta personal de Instagram, tanto aquellas protagonizadas por sus amados perros, como pinturas y fotografías que se alejan del mundo de las mascotas.

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