Señales de que te estás convirtiendo en “la señora de los gatos”

¿Alguna vez te has detenido a contar cuántas fotos de gatos tienes en tu teléfono? O quizás, ¿notas que cada vez más te encuentras hablando de ellos como si fueran personas? Si alguna de tus respuestas es sí, puede que estés en camino de convertirte en la “señora de los gatos”, y no es tan raro como podrías pensar.

Cada vez más, los felinos se han ganado un espacio privilegiado en nuestros corazones, y en la rutina diaria de muchos. Pero, ¿cómo saber si ya has cruzado esa línea invisible?

Estas señales pueden ayudarte a saber si te estás convirtiendo en este personaje, que más que una etiqueta se puede volver todo un estilo de vida.

El medio ABC ha redactado estas señales, además de recalcar que convertirse en “la señora de los gatos” no debe considerarse algo negativo, sino más bien una manifestación de amor por estos animales. No obstante, subrayan la importancia de mantener un equilibrio saludable, tanto para los gatos como para quien los cuida, asegurando así una buena calidad de vida para ambos.

Lo que comenzó con un solo gato, rápidamente se convierte en dos, tres o más. A medida que te adentras en el mundo de los gatos, el hogar se llena de nuevos amigos peludos, cada uno con su personalidad única.

Las salidas espontáneas o los fines de semana fuera de casa comienzan a perder atractivo. Ahora, los planes giran en torno a tus gatos, desde asegurarte de que estén bien alimentados hasta sincronizar tus actividades con sus siestas y horarios de juego. A veces, incluso prefieres quedarte en casa en lugar de salir, solo por estar con ellos.

La casa comienza a reflejar tu amor por los gatos. No solo sus juguetes están esparcidos por todos lados, sino que también la decoración empieza a incluir detalles felinos: cojines con estampados de gatos, cuadros, tazas o incluso ropa que muestra tu pasión por ellos.

Las acciones de tus amigos y familiares comienzan a recordarte a tus gatos. Empiezas a comparar comportamientos humanos con los de tus mascotas, y te das cuenta de que muchas de tus conversaciones giran en torno a ellos. Te resulta natural hablar de cómo tus gatos se comportan de manera “humana” o viceversa.

Tus redes sociales son un reflejo de tu creciente devoción por los gatos. Fotos de tus felinos, vídeos divertidos y memes ocupan gran parte de tus publicaciones. También te encuentras compartiendo historias y contenido relacionado con gatos en tus charlas diarias, a menudo mostrando con orgullo las nuevas travesuras de tus compañeros peludos.

A lo largo de la historia, el vínculo entre mujeres y gatos ha evolucionado, forjándose a través de estereotipos arraigados en la cultura popular, de acuerdo con el artículo Cat and woman: a case of gender polarity (Gatos y mujeres: un caso de polaridad de género) de la revista Impact Journals.

Estos felinos han sido frecuentemente asociados con mujeres solitarias, convirtiéndose en símbolos de compañía y ternura. En diversas mitologías, como la de la Triple Diosa, los gatos representan la sensualidad y la fertilidad, siendo reverenciados en culturas antiguas como la egipcia, donde eran considerados sagrados.

Además, en religiones como el islam y el hinduismo, los gatos simbolizan pureza y protección, reforzando su conexión con lo femenino y destacando su rol en la espiritualidad. Estas creencias ancestrales han ayudado a consolidar la percepción de los gatos como compañeros ideales para las mujeres, dotando a este vínculo de un significado profundo y duradero en diversas sociedades.

Personajes como Eleanor Abernathy, conocida como “la señora loca de los gatos” en Los Simpsons, y Dolores Umbridge en Harry Potter han sido representados negativamente. Sin embargo, en la actualidad, estos estereotipos han comenzado a suavizarse y evolucionar, reflejando una visión más matizada de la relación entre mujeres y gatos en la cultura popular.