Aunque suelen ser animales independientes y solitarios, los gatos pueden enfrascarse en peleas con otras mascotas e incluso miembros de la familia, ocasionando momentos incómodos o heridas que varían en gravedad.
Para detener este extraño comportamiento, primero hay que entenderlo, es por eso que ahondaron en el tema especialistas de People’s Dispensary for Sick Animals (PDSA), una de las más importantes caridades veterinarias de Reino Unido.
Miembros de la organización señalan que, al igual que muchos animales, los felinos domésticos recurren al lenguaje corporal para comunicarse con su entorno. Gruñir, maullar y sisear son algunas de las formas en las que pueden expresar su agresividad.
¿Por qué mis gatos se pelean?
Especialistas de PDSA explican que muchos gatos adoran estar solos, por lo que podrían tener menos formas de comunicarse entre ellos y sentirse amenazados o estresados con la presencia de otros felinos domésticos en su territorio.
Dichas tensiones pueden escalar al grado de convertirse en una acalorada pelea, especialmente si alguna de las dos mascotas no está acostumbrada a convivir con gatos o si su nueva compañía resulta no ser de su agrado.
El estrés, miedo o sentimiento de vulnerabilidad pueden contribuir a que los gatos se sientan en la necesidad de iniciar una pelea aunque sean conocidos.
Las principales razones por las cuales un gato inicia una pelea con otro de su misma especie, de acuerdo con expertos de PDSA son:
- Territorio. Estos animales suelen delimitar un área específica en la que sienten que no sufrirán ningún daño y lo consideran suyo. El espacio que ocupen dependerá de la libertad que tengan para explorar su ambiente. Es muy común que las mascotas que no están castradas deambularán y recorrerán aún más terreno que los que no.
Si un felino doméstico siente que otro invade su territorio, hará lo posible para hacer que se vaya mediante señales sonoras que pueden escalar hasta las agresiones físicas.
Los gatos son animales que prefieren no pelear, pues podrían lastimarse y sufrir heridas innecesarias, por lo que normalmente recurrirán a sonidos o expresiones faciales para mostrar su descontento. Si no les queda otra opción, recurrirán al contacto físico agresivo.
- Vivir con otros gatos puede aumentar los niveles de estrés en las mascotas debido a tensiones por su territorio o los recursos disponibles en el hogar, en especial si no hay los suficientes.
- Las señales de estrés tempranas se mostrarán como esconderse más de lo normal o evitar lugares que solían frecuentar, pero cuando estos niveles aumentan, se desatarán peleas dentro del hogar. Por esta situación, los especialistas de PDSA recomiendan recurrir a las presentaciones controladas cuando se conocen por primera vez y adecuar los salones comunes para una sana convivencia.
¿Cómo evitar que mis gatos se peleen?
- El primer consejo que recomiendan los expertos de la organización benéfica es mantener una rutina, es decir, un horario predecible con el que los gatos del hogar puedan evitarse en la mayor medida posible.
Uno de los ejemplos más claros es no permitir a ambos gatos salir al mismo tiempo, comer a la misma hora en platos contiguos o utilizar la caja de arena simultáneamente.
- Esterilizar a las mascotas también es una gran opción, puesto que los machos no castrados tienden a ser más territoriales y mostrar un mayor nivel de agresión contra otros animales.
- Las puertas para gatos con microchip pueden convertirse en un gran aliado para evitar que otros animales no deseados ingresen al hogar en cualquier momento, pues sólo permiten que las mascotas registradas accedan a través de ellas.
- En caso de que tengas un jardín, mantenerlo “a prueba de gatos” debería ser una prioridad mediante la colocación de una valla alta con un ángulo de 45 grados en la parte superior que mantendrá a los animales de la casa dentro y a los exteriores fuera.