Steven es un perro que soportó un inmenso sufrimiento debido a la sarna demodécica, enfermedad parasitaria que ocasiona la pérdida de pelaje e irritación en la piel, vivía en un refugio animal en donde sus cuidadores notaron que solía gemir como consecuencia del dolor que sentía.
Miembros de Austin Pets Alive! (APA), un albergue basado en Texas, Estados Unidos, lo conocieron durante una visita y no pudieron evitar darle la segunda oportunidad que se merecía, pues la piel de su cara estaba “tan inflamada que los párpados estaban hinchados y cerrados”, según contaron en redes sociales.
Personal de APA lo trajo de vuelta a las instalaciones del refugio para que recibiera atención veterinaria de manera inmediata con el objetivo de que se recuperara lo más pronto posible.
Una segunda oportunidad para Steven
A pesar de tener únicamente 5 meses de vida, Steven pasó por muchos obstáculos y sufrimiento, sin embargo, no dejó que nada lo detenga. Gracias a un “coctel de medicamentos” para aliviar el dolor que siente por tener la piel al rojo vivo, la mascota poco a poco sale adelante.
“Él acaba de empezar a mostrar su personalidad. Está lleno de abrazos y no dirá que no a un masaje de vientre”, declararon sus cuidadores temporales en una publicación de Facebook.
De igual manera, Steven utiliza ropa especial y “camisetas pequeñas” para proteger su “delicada piel” y ayudarla a sanar.
Sara Muirhead, gerente senior del APA, contó durante una entrevista con la revista People que el refugio donde Steven fue encontrado “practicaba la eutanasia con regularidad” en casos de mascotas con problémas médicos “tratables” y que originalmente ella sólo planeaba darle hogar un sólo día.
“Era tan tranquilo y dulce, y realmente no quería que estuviera sólo en una perrera”, añadió la trabajadora. Su estancia de un día se convirtió en tres semanas, mismas que aprovecha al máximo acompañando a su nueva cuidadora temporal.
Gracias a todo el tratamiento, cariño y atención de Muirhead, Steven comenzó a recuperar un poco del pelaje que perdió y, aunque “a veces todavía le pica un poco, en general, desde el punto de vista médico, está fantásticamente bien”.
Nada queda de aquel perro herido
Hoy en día es un perro al que le encanta jugar con sus juguetes y es capaz de entretenerse solo, pues a menudo es visto corriendo por todas partes de la casa y lanzándose sobre los sofás. “Hace los sonidos más tiernos cuando siente que no recibe suficiente atención”, añadió Muirhead.
Estos días son los mejores que el perro ha tenido en semanas, pero su suerte podría cambiar aún más con el apoyo de una familia permanente. Su cuidadora temporal aseguró que Steven “sería ideal” para cualquier hogar porque “la mayoría de los cachorros son muy adaptables”.
Como le encanta correr y jugar, la empleada del refugio teoriza que su hogar perfecto sería el que cuenta con otros perros o niños.
“Creo que necesita a alguien que pueda dedicarle tiempo a entrenarlo en lo básico, algo de lo que se benefician todos los perros. Espero que acabe en un lugar que lo quiera por quien es. Se merece todo el amor y cuidado que claramente no recibió”, detalló Muirhead.
La cuidadora temporal de Steven aseguró que los hogares de acogida “salvan vidas” y pone de ejemplo su historia con el cachorro, quien pudo ser sacrificado de no haber sido por el apoyo y atenciones suyos y del refugio.
“Todavía me resulta difícil entender cómo se sacrifican tantos animales tratables debido a la falta de recursos en los refugios”, concluyó Muirhead.