Con un pelaje blanco como la nieve y piel de un negro tan profundo que contrasta a la perfección, las ovejas de nariz negra de Valais se convirtieron en una raza codiciada y apreciada por su apariencia única.
Son originarias de la región del Valais, Suiza, y es considerada como una raza de doble propósito, pues suele ser criada para obtención de su carne y lana. Debido a que es exclusiva de las zonas altas, éste animal se adaptó perfectamente a las condiciones adversas de la montaña, de acuerdo con especialistas de la Valais Black Nose Sheep Society (VBSS).
Dichas adaptaciones, además de ayudar a que tuvieran un gran éxito en su ambiente natural, las hizo un animal “extremadamente resistente, prolífico y frugal”, según los expertos de la organización que desde 2017 busca apoyar el desarrollo de la raza.
Una apariencia única
Existen reportes de las primeras menciones sobre esta curiosa variante de oveja durante el año 1.400 d.C, sin embargo, no fue sino hasta 1962 que se le reconoció como una raza separada.
Su característica piel negra que cubre nariz, ojos, orejas, rodillas, corvejones y patas contrasta enormemente con el blanco de su pelaje y las convierte en una raza inconfundible. A su estética se suman unos cuernos en forma helicoidal o espiral. Sin importar si son machos o hembras, las ovejas de nariz negra de Valais cuentan con esta curiosa cornamenta.
A su lista de cualidades se suma que son animales adaptados para pastar sin ningún tipo de problema en pendientes rocosas y empinadas, propias de la región en que fueron criados por primera vez.
Especialistas de la VBSS informaron que esta raza fue criada exclusivamente en Suiza durante muchos años hasta que fueron importados a las islas británicas durante 2013 y 2014.
Un par de años después, en otoño de 2016, comenzó su importación a Estados Unidos mediante un programa que utiliza el semen recolectado las ovejas de nariz negra de Valais de raza pura.
El estándar de la raza permitido por los miembros del club especifica que son animales dotados de un físico “robusto y de gran tamaño”, es necesario que su nariz esté centrada y se extienda hasta los ojos.
La coloración negra característica debe estar presente en tobillos y rodillas delanteras. En el caso de las hembras, estas deberán tener manchas de color oscuro en la cola.
El estándar de la raza
En cuanto a los cuernos, es necesario que estén equilibrados, mientras que sus patas necesitan demostrar un “crecimiento de lana uniforme”, así como estar bien cubiertas.
Como se mencionó anteriormente, son animales robustos y corpulentos, por lo que las hembras tienden a pesar entre 70 y 90 kilos, mientras que los machos suelen alcanzar los 80 y 125 kilos. Midiendo aproximadamente de 72 a 78 centímetros y de 75 a 83 centímetros, respectivamente.
El estándar de la raza solicitado por el VBSS especifica que las piernas deben ser “fuertes y bien colocadas”, al mismo tiempo que sus extremidades delanteras no deben estar abiertas o “valgas”.
La lana debe medir “aproximadamente” 10 centímetros, es decir, contar con un crecimiento de cinco a seis meses y deben esquilarse dos veces al año.
Su color debe ser “blanco y uniforme”, no obstante, los jueces que inspeccionan a los participantes de esta raza toleran la presencia de pelo negro “disperso” en el cuello.
Mandíbula condensada, dientes desalineados, enanismo o ruptura del saco testicular, así como una cantidad “excesiva” de pelaje de protección son consideradas como características indeseables durante los concursos de exhibición de las ovejas de nariz negra de Valais.