Sobee soportó una vida llena de abandono, negligencia y maltrato. Vivió en un refugio animal sobrepoblado de Georgia, Estados Unidos, donde la fecha para sacrificarla se acercaba cada vez más y las posibilidades de ser adoptada se reducían drásticamente.
Corría el año 2016 cuando los miembros de K9s on the Front Line (K9FL), organización dedicada a apoyar a los veteranos de guerra, decidieron darle a Sobee una segunda oportunidad.
Fue así como conoció a Jason Howe, un veterano de combate discapacitado de Missouri que luchaba por superar adicciones y trastorno de estrés postraumático (TEPT). Comenzó su entrenamiento para convertirse en un perro de terapia y poco a poco ambos salieron adelante.
El renacer de Sobee
Su invaluable apoyo, aunado al increíble cambio positivo que logró en la vida de su dueño, hizo que fuera nominada en 2021 a perro del año durante los Hero Dog Awards, premiaciones organizadas por la asociación American Humane.
Howe comentó durante un diálogo con la organización animalista que dejó el servicio militar en 2007 después de algunos despliegues. Se divorció y no tenía a nadie además de sus dos hijos pequeños.
Sentía que no encajaba en la sociedad, perdió su casa, automóvil, a sus hijos y “no iba a ninguna parte”. Decidió regresar a Maine, su ciudad natal, donde se cruzó con un viejo amigo de la secundaria que le presentó la organización que rescató a Sobee.
“Contacté al doctor Haagenblasic, quien es el presidente, y lo primero que dijo fue: ‘Vas a estar bien hermano, tienes a un ejército de apoyo detrás de ti, te tenemos cubierto’”, recordó Howe.
El presidente de la organización supo de inmediato lo que el veterano necesitaba, fue así como lo emparejó con Sobee, quien estaba a punto de ser sacrificada en el refugio de Georgia.
Cuando Howe fue a ver a Sobee, ella no paraba de correr y saltar, luego de unos segundos, se lanzó al regazo de quien desde ese momento se convirtió en su nuevo dueño.
“Es como si me hubiera elegido. Como si me hubiera dicho: ‘Te tengo, voy a cambiar tu vida, sólo que aún no lo sabes’”, declaró Howe.
Una vez con la perra a su lado, entendió que había encontrado a una amiga con la cual no volvería a estar solo y con la cual podría salir a recorrer la ciudad.
Explicó también que antes de conocer a Sobee solía “ir de cero a 100 en unos segundos”, haciendo referencia a sus arranque de ira repentinos. Pero ahora Sobee está junto a él para ayudarlo a regresar en sí.
“Cuando aprieto el puño, ella está automáticamente ahí conmigo. Definitivamente me ayudó muchísimo. Me enseñó a abrir mi corazón, a tener paciencia, sobre el amor incondicional y a ser un humano real”, enfatizó el veterano.
La pareja que aprendió a vivir de nuevo
Howe celebró que Sobee le “enseñó” a dejar de usar drogas y lo ayudó a no perder a sus hijos nuevamente. Recordó que ambos estaban en “el punto más bajo” de sus vidas y que aprendieron a vivir nuevamente gracias al apoyo mutuo.
“Ella me enseñó cómo vivir mi vida otra vez. Y aquí estamos de nuevo en Misuri. Yo tengo a mis hijos de vuelta y ellos tienen a su padre nuevamente. No podría estar más orgulloso. Todo fue gracias a ella”, concluyó Howe.
Aunque Sobee no ganó aquella edición del Hero Dog Award, su historia ayudó a demostrar el poder del amor incondicional de una mascota.
Durante aquella edición del premio canino, quien se coronó como “perro del año” fue Boone, un animal de compañía que perdió sus patas traseras debido a un episodio de crueldad animal y aprendió a vivir sin limitaciones.