Happy, la icónica elefanta asiática de más de 50 años que vive en el Bronx Zoo de Nueva York, Estados Unidos, lleva dos meses sin ser vista. Es famosa porque protagonizó un caso en la corte del estado bajo el argumento de que era mantenida en el zoológico en contra de su voluntad.
Para tratar de disipar los rumores que rodean la desaparición de la elefanta, los funcionarios del parque temático emitieron un comunicado el 31 de julio.
“No hay nada malo con Happy” fue el escueto mensaje con el que abrieron la actualización sobre la famosa paquiderma. Detallaron que ella es una de los dos elefantes asiáticos que viven en el zoológico y aseguraron que “estaba bien y se encuentra en buen estado”.
¿Dónde está Happy?
Afirmaron que tanto a ella como a su compañera, Patty, se les da la opción de elegir dónde quieren pasar el día y que Happy simplemente decide no salir a la zona visible desde el monorraíl que recorre gran parte de su hábitat.
“Happy tiene la oportunidad de utilizar todos los días el área de exhibición y, cuando lo desee, los visitantes volverán a verla. Hasta entonces, se queda en otras zonas interiores y exteriores cerca de quienes lo cuidan”, escribieron las autoridades del zoológico.
A pesar de la explicación de los funcionarios, hay mucha gente, incluidos activistas, que están preocupados por la salud y estado de Happy.
The New York Times reportó que el U.S Department of Agriculture’s Animal and Plant Health Inspection Service (USDA) emitió la semana pasada un comunicado de una sola línea en la que se pronunciaron sobre el bienestar de Happy.
La preocupación aumenta
“No se identificaron artículos no conformes durante esta inspección”, afirmaron las autoridades del USDA. El aislamiento de Happy llamó la atención de activistas como Courtney Fern, directora del Nonhuman Rights Project, organización que buscó videos o evidencia fotográfica reciente del animal.
Reportes del periódico estadounidense explican que cuando no encontraron material, la organización envió a algunos voluntarios al hábitat de Happy para tratar de ver cómo estaba, sin embargo, únicamente encontraron a Patty.
Como resultado de esta investigación el grupo tomó la decisión de interponer una denuncia en julio ante el Animal and Plant Health Inspection Service (APHIS) que, según The New York Times, resultó en el envío de un oficial al zoológico durante el 8 de agosto.
Mary Dixon, vocera del parque temático, dijo durante un diálogo con el periódico que la inspección del APHIS incluyó un examen para ambos elefantes, incluidos sus recintos y aseguró que los veterinarios del zoológico declararon que parecía “estar bien y en buen estado”.
Caitlin O’Connel, científica de elefantes y académica de Harvard, fue consultada por el Times y ella sostuvo que los elefantes asiáticos necesitan de la interacción social para prosperar.
“¿Crees que los elefantes caminan docenas de millas porque quieren?, se mueven porque tienen que hacerlo para encontrar agua, comida y evadir a los depredadores”, afirmó Dan Ashe, presidente y director ejecutivo de la Association of Zoos and Aquariums (AZA).
Enfatizó que todos los miembros que integran la AZA se aseguran que sus animales, “desde los más grandes hasta los más pequeños” y “están dedicados a mejorar constantemente el cuidado y bienestar de esos seres sintientes”.
Happy llegó al zoológico del Bronx en 1977 en compañía de otro elefante de nombre Grumpy. En 2002 tuvo que ser sacrificado después de que sufriera heridas por un ataque de otros dos elefantes.