El conmovedor viaje de Coda, el gran pirineo que pasó de vivir sin esperanza a recibir el amor de un hogar

Cuando el perro fue rescatado estaba casi completamente calvo, su piel estaba cubierta de heridas abiertas y algunas costras, mientras que su estado de salud general era deplorable

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Coda fue rescatado en mayo,
Coda fue rescatado en mayo, apenas tenía pelo y sufría a causa del abandono y maltrato. (Facebook/Pennsylvania SPCA)

Coda es uno de los 15 grandes pirineos que fueron rescatados por el refugio Pennsylvania SPCA (PSPCA) de Estados Unidos. Superó decenas de obstáculos, se recuperó de heridas tanto físicas como emocionales, aprendió a amar de nuevo y finalmente encontró un hogar, al igual que el resto de sus compañeros caninos.

Se unió a su nueva familia el 28 de agosto, cuando su dueña acudió a las instalaciones de la PSPCA de Filadelfia con el único objetivo de acoger a Coda en su hogar. La noticia fue compartida por miembros de la organización en redes sociales.

Informaron que fue el último de los cachorros de gran pirineo que vivían en los “cuarteles centrales” de la asociación y compartieron una fotografía donde se aprecia el impresionante cambio físico que tuvo el animal que pasó de estar casi completamente calvo y demacrado a ser una mascota llena de vida con un pelo radiante y sedoso.

El final del sufrimiento de Coda

Recibió el apoyo de los
Recibió el apoyo de los miembros de la PSPCA.

Su historia comenzó a finales de mayo, cuando sus rescatistas informaron que 15 grandes pirineos y dos collies fueron salvados por la división de Animal Law Enforcement de la PSPCA. Todas las mascotas que, deberían exhibir un bello pelaje blanco característico de sus razas, estaban casi completamente calvos, con su piel llena de heridas abiertas y unas cuantas costras.

Fueron encontrados gracias a una denuncia de un buen samaritano que aseguró que eran mantenidos en pésimas condiciones en una propiedad del condado de Schuylkill a la que acudieron los miembros del refugio en compañía de oficiales de la Pennsylvania State Police.

“Las almas preciosas tenían la piel roja, con costras; muchos con heridas sangrientas cubriendo sus cuerpos. Los más jóvenes tenían sólo ocho meses de edad, habiendo vidas cortas y llenas de dolor”, escribieron en la publicación de mayo.

Fueron trasladados a las instalaciones del albergue donde recibieron atención médica veterinaria inmediata. Descubrieron que eran dóciles a pesar de su pasado lleno de maltrato y de que a veces sentían miedo.

Con amor y paciencia, el
Con amor y paciencia, el pelo de Coda volvió a crecer.

“No podemos imaginar el miedo que deben sentir, pero esperamos que sepan que el trauma que han experimentado en la vida está detrás de ellos”, concluyeron los cuidadores temporales de Coda.

El tiempo pasó y los cuidados no se detuvieron, el gran pirineo avanzaba velozmente en su camino hacia la recuperación, recibía alimento especial y baños médicos para ayudar a que su icónico pelaje blanco volviera.

Un representante de la oficina de comunicaciones del albergue contó durante una entrevista con el medio especializado en animales y mascotas The Dodo que Coda “definitivamente” era uno de los perros más demacrados de aquel rescate, pero eso no impedía que fuera una mascota excepcional.

“Amaba estar cerca de la gente, era como si supiera que estábamos aquí para ayudar. Después de todo lo que debió pasar, se mantenía tan resiliente e indulgente “, explicó el miembro del refugio.

Nueva historia, nuevo nombre

A finales de agosto encontró
A finales de agosto encontró su tan ansiado hogar temporal.

Tan pronto como recuperó su pelaje y su condición de salud mejor, era tiempo de dar el siguiente paso en la recuperación de Coda: encontrar un hogar digno.

Para ello, sus cuidadores temporales recurrieron a las redes sociales, ahí publicaron múltiples fotografías e información suyas, hicieron un “tour de medios” visitando las principales televisoras locales y atrajeron la atención de muchas personas.

Gracias a la atención que recibió, Coda encontró su verdadera segunda oportunidad a finales de agosto, cuando su nueva dueña apareció en el refugio con intenciones de llevárselo a casa.

Como consiguió un nuevo hogar, también necesitaba un nombre diferente para dejar atrás el abandono que sufrió. Su nueva dueña decidió llamarlo Bo.

“Es el mejor perro del mundo. Nunca conocí a un perro más cariñoso. Lo único que quiere es amor. Quiere ser amigo de todas las personas y de todos los animales que conoce”, admitió la propietaria del animal de compañía.

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