Nemo, un perro ciego de pelaje blanco, se convirtió en noticia a finales de julio por nadar desesperadamente en un río del estado de Jalisco, México. Fue avistado por primera vez luchando por su vida por Juan Ordaz, un buen samaritano que hizo lo posible por ayudarlo, lo acogió en su hogar y ayudó a que se recuperara.
Notó que la mascota estaba visiblemente cansada de nadar durante mucho tiempo. A través de sus redes sociales compartió datos personales y la historia del animal con la esperanza de encontrar a sus dueños, pero nadie lo contactó.
Su relato llegó a oídos de los miembros del Refugio Buenos Chicos, organización que publicó en redes sociales el caso de Nemo. “Él es Juan Ordaz, la única persona que sacó del río a ‘Nemito’. Gracias a él sigue vivo. Dejó de trabajar ese día por cuidarlo y ayudar a trasladarlo a Guadalajara. Nuestro héroe sin capa. Gracias por no ser indiferente”, escribieron los miembros del albergue en una publicación de Facebook.
El viaje de Nemo hacia la recuperación
Con su viaje al albergue, Nemo comenzó el largo camino hacia la recuperación. Su primer paso consistió en recibir atención médica veterinaria. Un especialista detalló que, aunque su visión fallaba y le costaba orientarse debido a sus oídos estaban “un poco dañados”, se encontraba en buen estado de salud. “Come bien, toma agua, es bastante tranquilo y no gruñe”.
La cuenta del refugio se convirtió lentamente el diario de aventuras de Nemo, compartieron cuando recibieron la noticia de que el daño que sufrió en sus ojos era irreversible a pesar del tratamiento que recibió y el momento en que supieron que su audición mejoraba poco a poco.
Conforme pasaron los días, la mascota ciega sorprendió al mundo con una de sus caminatas diarias. El 15 de agosto, miembros del refugio compartieron un video en el que se aprecia a Nemo disfrutando de un paseo mientras redescubre el mundo que lo rodea.
“Nunca podré ver, pero confío en ti humano, sé que no me harás daño y me guiarás. Sé mis ojos”, escribieron sus cuidadores temporales en la descripción del clip.
A lo largo del metraje se observa a Nemo recorriendo la acera, olfateando el suelo y recostándose sobre el masto al mismo tiempo que disfruta de la compañía de su paseador.
El renacer de Nemo
Una de sus guardianas actualizó sobre el estado de salud de Nemo e informó que había sido dado de alta de la clínica veterinaria. Con un tono agridulce detalló que no querían que llegara al refugio, pues mientras estaba internado esperaban encontrarle un hogar digno al cual llegar tan pronto como sus heridas sanaran.
Ante esta situación solicitó apoyo a sus seguidores para comprar alimento para perros ancianos, especialmente comida húmeda, pues Nemo no tiene dientes.
El 7 de septiembre sorprendieron a sus seguidores con una buena noticia: existía una posibilidad de que el pitbull recuperara la vista.
“Gracias a su madrina que pidió una segunda valoración. Deseamos de todo corazón que funcione el tratamiento y recobre su vida”, escribieron los voluntarios del refugio en un nuevo clip compartido en redes sociales.
La última actualización sobre la historia de Nemo fue compartida como un video en Instagram en el que se observa a la mascota corriendo a través por el pasto y a través de un par de árboles.
“De estar en un río luchando por su vida ignorado por todos a dormir calientito en un refugio. Gracias por darle un día maravilloso e invitarlo a salir. Nemo nunca había sido tratado con dignidad y cariño”, escribieron sus rescatistas en una reciente publicación con la que buscan promover su adopción.