Kroshik (“Crumbs” o “Migajas”) es el nombre de un felino doméstico naranja que sufrió las graves consecuencias de la sobrealimentación. Pesa 17 kilos y podría ser uno de los “cinco gatos más gordos del mundo”, según declararon en VK sus rescatistas: voluntarios del Refugio Matroskin, albergue ubicado en la ciudad rusa de Perm.
Fue gracias a una publicación en redes sociales que se dio a conocer su historia. En ella aseguraron que Kroshik era muy querido por sus dueños y ese amor se tradujo en darle todo el alimento que quería, pero lejos de ser algo bueno, la salud del gato acabó deteriorándose.
Está completamente indefenso, no puede moverse y mucho menos caminar, pues sus articulaciones sufrirían las consecuencias del sobrepeso que es resultado de ser alimentado con pan rallado, sopa y carne durante muchos años.
El amor empeoró su calidad de vida
“Cayó bajo los golpes de un fuerte amor que no le permitió vivir una vida normal. Es un caso extremadamente raro en el que alguien amaba tanto a un gato que lo engordó hasta el punto de que ya no puede moverse”, escribieron los encargados de las redes sociales del refugio.
Fue encontrado en el sótano de un hospital; su apetito, defecación y micción son espontáneas, mientras que un examen médico reveló que su respiración es estable y pesada sin signos de insuficiencia, según reportaron los miembros del albergue en VK.
Cuando la mascota llegó por primera vez a su hogar temporal, especialistas en medicina veterinaria condujeron exámenes para confirmar su estado de salud, sin embargo, fue una tarea complicada debido al enorme tamaño de Kroshik.
Debido a la “enorme capa de grasa” debajo de la piel del felino, los miembros de la clínica no pudieron realizarle una ecografía. “Los sensores simplemente no funcionan”, aseguraron los especialistas.
Kroshik fue puesto en un programa de dieta y ejercicios especializado con el que deberá perder entre 70 y 150 gramos a la semana como parte del largo camino hacia la recuperación con el que buscan que alcance su peso ideal de entre 5 y 7 kilogramos.
“Kroshik enfrentará una recuperación larga y laboriosa. Se le preparó un programa especial de aventuras”, afirmaron sus cuidadores temporales.
El largo camino hacia la recuperación
Actualmente, el gato vive en un centro de rehabilitación rodeado de especialistas y cuidadores que se asegurarán de llevarlo por el camino durante esta larga odisea para perder peso.
Lo primero que deberá realizar será someterse a “los procedimientos físicos necesarios” para posteriormente caminar en una cinta con el objetivo de “recuperar su salud”.
La titánica tarea de hacer que Kroshik pierda todos esos kilos de más no es sencilla ni barata. Según relataron los voluntarios del Refugio Matroskin Perm, hasta el momento tienen una deuda de 9045 rublos (aproximadamente 100 dólares estadounidenses según el tipo de cambio actual) por los exámenes de salud que tuvo que recibir el gato con sobrepeso.
Para llevar a la mascota a un estado de salud que le permita tener una vida larga y digna, sus cuidadores necesitan de alimento especial para gatos con sobrepeso y procedimientos de rehabilitación, lo que, según estimaciones del personal del albergue, tendrá un costo de 30.000 rublos (alrededor de USD 330).
“Este es el precio de una nueva vida plena para un gato tan especial”, aseguraron los guardianes de Kroshik, quienes están convencidos de que sin su ayuda “literalmente moriría de un amor tan sofocante”.
Kroshik se une a la lista de gatos que sufren sobrepeso como Moses o Frosty, quienes fueron rescatados a lo largo de este año y que actualmente enfrentan una larga batalla contra los kilos de más para mantenerse saludables.