Shoto, el gato viajero que se extravió hace más de dos años y que fue encontrado a 3.000 kilómetros de su hogar

Fue gracias a un microchip que Shoto regresó a su hogar, ubicado a más de 3.000 kilómetros de donde fue encontrado dos años después de su desaparición

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Sus aventuras lo llevaron a
Sus aventuras lo llevaron a recorrer miles de kilómetros a lo largo de dos años. (Facebook/Dakin Humane Society)

La ciudad de Springfield, en Massachusetts, Estados Unidos, fue el epicentro de una conmovedora historia luego de que Shoto, un gato atigrado gris que se separó de su familia durante una ola de frío en enero de 2022, se reuniera con su dueña, quien viajó más de 3.000 kilómetros desde el estado de Texas para llevarlo de regreso a su hogar.

Voluntarios de Dakin Humane Society (DHS) fueron los encargados de dar a conocer la noticia en Facebook la mañana del 2 de septiembre. En dicha publicación, contaron que Shoto fue el primer gato que tuvo la familia de Karla, su dueña, y que, a pesar de sus grandes esfuerzos por llevarlo de regreso a casa, nunca lo encontraron.

Llegó hasta el albergue gracias a un buen samaritano, quien lo vio deambulando por la calle. Al momento de su ingreso, Shoto estaba muy delgado y era evidente que necesitaba ayuda, por lo que los voluntarios del refugio no dudaron en admitirlo, sin pensar que se llevarían una sorpresa.

Una aventura de casi tres años

Apareció dos años después de
Apareció dos años después de perderse a 3.200 kilómetros de su hogar original.

Una de las primeras cosas que hicieron sus cuidadores temporales fue escanear al gato en busca de un microchip. Su sorpresa fue mayúscula cuando el aparato emitió un característico sonido, señal de que contaba con un implante.

En los datos arrojados por el microchip se encontraba el teléfono particular de Karla. Especialistas de la DHS no dudaron en contactarla, sin embargo, ella se mostró un poco escéptica al notar que recibía una llamada proveniente de una ciudad ubicada a más de 3.000 kilómetros de distancia.

“Cuando vio el código del área de Dakin, Massachusetts, Karla por poco creyó que se trataba de telemarketing o alguna otra llamada no deseada”, escribieron los empleados del albergue, antes de celebrar que sus intentos por hacer contacto fueron exitosos.

Fue gracias al microchip que
Fue gracias al microchip que Shoto tenía implantado que los voluntarios del refugio dieron con su dueña.

En cuanto supo que su amado gato, a quien no veía desde hace más de 30 meses, Karla se subió a su automóvil y no dudó ni un segundo en hacer un viaje de 26 horas desde Texas hasta el albergue basado en Massachusetts.

“Nadie, excepto Shoto, sabrá cómo llegó hasta Massachusetts, lo que vivió o a quienes conoció a lo largo de su camino”, dijeron los encargados de las redes sociales del refugio antes de asegurar que su aventura “seguirá siendo su secreto para siempre”.

Además de la noticia, aprovecharon la publicación para decirse honrados por reunir a la familia después de pasar tanto tiempo separado, todo “gracias al increíble poder de un microchip”.

Un reencuentro que conmovió a miles

Sus rescatistas declararon no saber
Sus rescatistas declararon no saber con exactitud cómo es que el gato llegó hasta Massachusetts.

El post estuvo acompañado de una pequeña galería fotográfica que contó la historia de cómo llegó Shoto al refugio, los cuidados y cariño que recibió por parte del personal durante su estancia y el conmovedor momento en que se encontró con su dueña.

Una de las imágenes muestra al felino atigrado gris pasando el tiempo en un árbol para gatos mientras Karla le acariciaba suavemente la cabeza.

En la última fotografía, se aprecia a una empleada de la DHS haciendo entrega de Shoto dentro de un transportador. La escena enterneció a miles de internautas, quienes no tardaron en hacerse presentes en la sección de comentarios de la publicación.

“Recuerdo historias similares de gatos que estuvieron perdidos por aún más tiempo, como aquel gato de Maine que fue hallado en Florida hace más de una década”, afirmó Angela Mastrodonato, seguidora del albergue.

“Por lo menos tu gato llegó desde Texas a Massachusetts sano y salvo. Pobrecillo, nos encantaría escuchar la historia, pero es su secreto. Amo los finales felices”, escribió Jude McGowan, otra de las internautas que se cruzaron con la historia de Shoto.

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