Ya sean gentiles o agresivas, las mordidas de los gatos suelen ser una sorpresa para sus dueños, especialmente si las dan instantes después de mostrar su cariño, ya sea restregándose contra ellos o mientras ronronean, pero por extraño que parezca, este comportamiento tiene muchas explicaciones.
Especialistas de Cats Protection, la organización de bienestar felino más grande de Reino Unido, enumeran por lo menos dos grandes razones por las que tu gato podría morderte de la nada: se sienten sobreestimulados o tienen miedo o estrés.
Para entender cuál de los dos motivos es el culpable del errático e impredecible actuar felino es necesario prestar atención a las señales y el lenguaje corporal felino. Una vez detectadas las razones, los dueños podrán modificar su conducta.
¿Por qué mi gato me muerde?
Cuando un gato se siente estresado, lo más probable es que decida correr y buscar un lugar dónde esconderse antes de arañar o morder, sin embargo, al no encontrar una escapatoria, recurrirán a la violencia o la agresividad como último recurso para salvar sus vidas, según especialistas de Cats Protection.
Antes de soltar una mordida, los felinos domésticos darán muchas señales para advertir que su agresión es inminente y van desde gruñidos, aplanar sus orejas, abrir los ojos por completo, arquear su espalda, tensar la cola, apuntar con sus bigotes hacia adelante o esponjarse, lo mejor en estos momentos es alejarse para darles la oportunidad de esconderse y relajarse.
Los especialistas de la organización felina recomiendan consultar con un veterinario las posibles causas de que tu gato te muerda en caso de que este sea un comportamiento nuevo.
Averiguar la fuente potencial de estrés será importante a la hora de reducir el malestar de los gatos de la casa. Ésta puede deberse a que hay otro animal invadiendo su territorio y puede redirigir su agresión hacia sus dueños.
Otra de las razones detrás del misterioso comportamiento de los gatos puede atribuirse a la sobreestimulación, que hace que suelten mordidas repentinas mientras sus propietarios los acarician como una forma de liberar energía o de dirigir sus instintos de caza.
Al ser depredadores naturales, los felinos domésticos adoran lanzarse, atrapar y jugar con presas potenciales, pero cuando en su hogar carecen de estos estímulos, podrían redirigir sus instintos de caza hacia sus dueños. Dicho comportamiento suele observarse de forma común cuando los gatos más jóvenes “atacan” los dedos de las personas.
Si aprenden que las manos o pies humanos son “juguetes” nunca dejarán de verlos como tal y continuarán atacarlos incluso cuando sean adultos y hayan desarrollado garras y dientes más grandes y afilados.
Cómo evitar que mi gato me muerda
Miembros de Cats Protection señalan que las mordidas que dan dentro de éste contexto suelen ser “gentiles”, pero pueden llegar a ser dolorosas aunque no causen ningún daño permanente.
Cuando muerden y abrazan el brazo de sus dueños exhiben un comportamiento clásico de cacería, pues, en la naturaleza, suelen atrapar a sus presas con sus patas delanteras mientras se aferran a ella con sus afilados dientes al mismo tiempo que la golpean con sus patas traseras.
Si esto sucede a menudo con los propietarios de mascotas, es una señal notoria de que están redirigiendo sus instintos de cacería. Utilizar juguetes apropiados durante una sesión recreativa suele ser la solución para corregir su comportamiento.
A veces también muerden inmediatamente después de lamer a sus dueños, esta conducta, según expertos de Cats Protection, es una señal de que están “sobreexcitados” o de que tienen muchas ganas de jugar, por lo que dirigir su atención a sus juguetes favoritos ayudará a evitar que sus “padres” humanos salgan lastimados.