El emotivo momento en que una leona rescatada de una zona de guerra en Ucrania, sintió el pasto por primera vez

El impacto de los misiles que arrasaron los alrededores del recinto de Yuna le provocaron un trauma irreparable, provocándole shock por proyectiles, conmoción cerebral y pérdida de coordinación

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Yuna sobrevivió a los horrores de la guerra en Ucrania y superó muchos obstáculos para llegar hasta este momento. (X/Big Cat Sanctuary)

Yuna, una leona de tres años de edad, sorprendió a los cuidadores del santuario felino Big Cat Sanctuary, ubicado en Kent, Reino Unido, luego de que sintió la hierba fresca por primera vez en su vida el 29 de agosto.

Este hito marca un nuevo comienzo en el viaje hacia la recuperación de la felina que fue evacuada de una zona de guerra en Ucrania. Antes de la ocupación rusa, Yuna soportó el confinamiento sobre un frío suelo de concreto en una pequeña habitación de tres metros por cuatro.

Cuando las tropas invasoras llegaron, los impactos de misiles que acabaron con los edificios cercanos a su recinto le provocaron shock por proyectiles, conmoción cerebral y pérdida de coordinación, según informaron los miembros de Big Cat Sanctuary en un comunicado.

La leona que escapó de la guerra

Sus cuidadores celebraron el momento
Sus cuidadores celebraron el momento en que Yuna tocó la hierba por primera vez en su vida. (The Big Cat Sanctuary and Cam Whitnall/Handout via REUTERS)

Cuando se supo de su situación, fueron miembros de Wild Animal Rescue, un santuario respaldado por el International Fund for Animal Welfare (IFAW), quienes se encargaron de su rescate.

El 16 de agosto miembros de Big Cat Sanctuary, en un esfuerzo coordinado con integrantes de la organización Cross Border Animal Service (CBAS) evacuaron a Yuna y Rori, un león macho, del Wild Animal Rescue de la capital de Ucrania.

Mientras que Rori fue trasladado al refugio Natuurhulpcentrum de Bélgica, Yuna tardó cinco días en llegar hasta el santuario para grandes felinos ubicado en Reino Unido.

Durante su viaje de más de 30 horas, la leona atravesó países como Alemania, Bélgica, Francia, Países Bajos, Polonia y Ucrania. Una vez llegó a Inglaterra, tuvo que pasar una semana dentro de una guarida privada, donde sus cuidadores esperaban que ganara la confianza suficiente antes de unirse al resto de animales rescatados.

Fue rescatada de una zona
Fue rescatada de una zona de guerra en Ucrania.

Para garantizar una transición libre de estrés, los especialistas pasaron tiempo a diario junto a ella y le hablaban en “tonos suaves y reconfortantes”, lo que rápidamente ayudó a que se acostumbrara a su presencia.

Con el paso de los días, Yuna pasó de ser un animal reactivo y con miedo de sus alrededores a dejar de vivir en un estado permanente de alerta, incluso comenzó a acercarse a sus cuidadores de manera voluntaria.

Quienes están a cargo de su bienestar calificaron estos pequeños pasos como un progreso lento pero significativo hacia la recuperación emocional de la gran felina.

Cam Whitnall, líder del proyecto del santuario, declaró que todo el trabajo duro dio sus frutos tras ver al animal dando sus primeros pasos sobre la hierba fresca después de soportar todo lo que vivió en una zona de guerra.

El largo camino hacia la recuperación

Poco a poco recupera fuerzas
Poco a poco recupera fuerzas y se dirige hacia el final de su rehabilitación.

“Rescatar a Yuna de la guerra, darle una segunda oportunidad de vida y ahora sentir el aire fresco y el paso por primera vez en su vida es algo muy especial y hermoso”, admitió Whitnall.

Poco a poco la leona deja su pasado atrás y comienza a mostrar aspectos de su verdadera personalidad, revelando una naturaleza “curiosa y juguetona”.

Las personas que velan por su bienestar en el santuario reportaron haberla visto explorando sus alrededores y participando en “comportamientos naturales” propios de la especie, que consisten en rasguñar árboles o troncos, algo que no podía hacer antes debido al poco espacio con el que contaba.

Cuando inició la guerra, los
Cuando inició la guerra, los estallidos de los misiles le provocaron conmoción cerebral, shock por explosión y pérdida de coordinación. (Facebook/The Big Cat Sanctuary)

Tales actividades significan también un gran logro para las personas que quieren verla completamente rehabilitada, pues significa que comenzó a ganar fuerza muscular y que está recuperando la movilidad que le fue arrebatada tras años de encierro en un pequeño recinto.

“La velocidad con la que Yuna empezó a adaptarse a la vida en el santuario nos sorprendió a todos”, dijo Briony Smith, curadora del Big Cat Sanctuary.

Smith añadió que están conscientes de que a Yuna aún le queda “un largo camino por delante”, pero que por ahora se sienten satisfechos, pues “demostró una increíble cantidad de coraje” del que “no podríamos estar más contentos”.

Yuna es sólo una de las leonas que el santuario tiene planeado rescatar. En Bélgica aún se encuentran Amani, Lira y Banda, quienes fueron trasladadas desde Kiev.

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