Roxy, una pitbull de pelaje gris, se convirtió en aliada y mejor amiga del veterano Justin Tucker, al ayudarlo a lidiar con su trastorno de estrés postraumático (TEPT), luego de que en 2006 recibiera el impacto de un artefacto explosivo improvisado durante un despliegue en Irak.
Tucker no sólo regresó con problemas psicológicos debido a lo que vivió en Bagdad, sino que también sufrió una lesión cerebral traumática causada por la explosión del artefacto improvisado. La pitbull de servicio se convirtió en un faro de esperanza que llegó a su vida para ayudarlo a superar sus problemas.
El invaluable apoyo de Roxy a su manejador la convirtió en candidata para recibir en 2018 el Hero Dog Award, un exclusivo premio otorgado por la organización animalista American Humane y que cada año condecora las hazañas caninas más destacadas de Estados Unidos.
La perra que se convirtió en una heroína
Tucker contó en entrevista para la asociación organizadora de los premios que se enlistó en la armada estadounidense en 2005. Recordó bien el momento que cambió su vida para siempre: el 26 de septiembre de 2006, cuando una granada explotó cerca de donde se encontraba. Salió del lugar con una lesión cerebral traumática.
“Tenía problemas tratando con grandes grupos de personas, me escondía de la sociedad, me sentía aislado, deprimido [...] fui a la oficina de VA (Veterans Affairs) local y pedí una prescripción para obtener un perro de servicio, pero me la negaron rotundamente”, relató Tucker durante su entrevista con American Humane.
Explicó que los funcionarios del departamento encargado del bienestar de los veteranos le dijeron que el TEPT no era “una razón real” para tener un perro de servicio. Abandonó la oficina sintiéndose “muy confundido” por no saber cuál sería el paso siguiente en su vida, sin embargo, al llegar a casa se llevó una sorpresa que cambiaría su destino para siempre.
Cuando volvió a su hogar, el veterano se enteró que habían cachorros disponibles para adopción, fue así como la pitbull de servicio llegó a su vida. “(En ese momento) Estaba tocando fondo y por fin vi la luz, Roxy era la luz”, admitió.
Desde aquel instante, la mascota se convirtió en la “compañera de batalla” de Tucker. Solían hacer todo juntos, salían siempre uno al lado del otro y eran los mejores amigos. Desde el momento en que el veterano conoció a Roxy, supo que debía entrenarla.
Pronto, el animal de compañía superó su preparación. El veterano sabía que aún podía dar más, por eso pidió la ayuda de entrenadores profesionales para convertirla en una “perra de servicio real”.
“Roxy hace un par de cosas diferentes. Me alerta sobre mi ansiedad y la detiene, ya sea tocando la punta de mis dedos o colocando su pata sobre mí. Es una forma de distraerme y decir: ‘Hey, estoy aquí, regresa’”.
Desde ese punto, Tucker descubrió su nuevo objetivo en la vida; inició su compañía con la que ayudó a veteranos a entrenar a perros de servicio en caso de que ellos no contaran con los medios suficientes.
“Si puedo ayudar a un veterano con un perro de servicio para que tenga una mejor vida, me siento completo [...] Roxy es la cara de la felicidad y la alegría. (Gracias a ella) no tengo que ver detrás de mi hombro constantemente o mantenerme alerta, ella cubre mi espalda y siempre está ahí”, declaró Tucker.
El final de una carrera condecorada
Roxy se ganó una importante nominación al Hero Dog Award en 2018 gracias a su invaluable apoyo al mejorar la vida de su manejador y tras convertirse en la inspiración para crear una empresa con la que pueden cambiarle la vida a más veteranos.
Su camino se acabó el 18 de diciembre de 2020, día en el que cruzó el puente del arcoíris, según informó Tucker con un desgarrador mensaje a través de redes sociales.
“Se fue con honor y dignidad. Siempre será recordada como una perra heroína. Sólo quería agradecerle a todos los que nos aportaron durante este tiempo. Hasta el Valhalla Roxy, la canina de servicio de TEPT”, se lee en la publicación.