Después del retiro de Layla como recoge bates de los Clearwater Thresher, sucursal de los Phillies de Filadelfia en la Triple-A, la vacante quedó abierta y una nueva oportunidad llegó para Lucy May, una labrador retriever de 10 meses de edad que a su corta vida ya reconoce lo que es fallar en el trabajo, pues en su debut dejó un recuerdo para posteridad: en lugar de ir por el equipo que dejan los beisbolistas decidió dar una vuelta y defecar en medio del campo.
Antes de la cuarta entrada, la ansiedad por iniciar en su nuevo trabajo se apoderó del cuerpo de la criatura quien descuidó sus deberes como “bat boy” (nombre que reciben los recoge bates en el béisbol) y corrió sin rumbo por el BayCar Ballpark en Clearwater, Florida. Lucy May se dirigió hacia el dugout visitante y con gran energía huyó del personal dentro del campo.
Los asistentes grabaron la travesura de la debutante, en las gradas se podían escuchar las risas de las personas que estaban encantada por el accionar de la can y los videos de su gran desastre se convirtieron virales en Facebook, Instagram y X gracias a la página We Rate Dogs.
Una tradición familiar
Andrew Davis, dueño de Lucy May y Layla, compartió en entrevista para el periódico The Washington Post que en el momento de desconcentración de su compañera menor se sintió mortificado y temía que los administradores del campo los sacaran del estadio esa noche.
El dueño de las dos perras tiene una amplia experiencia entrenando a caninos para cumplir la función de los recoge bates, sus compañeras de vida se desempeñan la mayor parte del tiempo en esta labor, pues una vez que los jugadores llegan a las bases ellas se encargan de devolver el palo de madera a sus dueños en el dugout.
Layla tiene 13 años y se retiró oficialmente el mes pasado, después de su larga labor dejó el puesto a su hermana menor. “Se suponía que iba a ser una transición humilde y sutil de las responsabilidades de perra recoge bates de Layla a Lucy May”, comentó Davis en entrevista para el mismo periódico.
Andrew Davis explicó que en esa ocasión la cachorra no hizo sus necesidades antes de iniciar el juego y creyó que “estaba vacía” cuando se dirigieron al estadio. Este error le costó una gran sorpresa, pero agradeció el apoyo que recibió su compañera de cuatro patas en redes sociales.
“Ver el apoyo positivo y el amor para Lucy fue una agradable sorpresa. La historia trajo mucha felicidad e hizo sonreír a la gente, ella estaba disfrutando del mejor momento de su vida”, agregó.
La redención de Lucy
El equipo de marketing de Clearwater Thresher aprovechó la travesura de Layla para impulsar una campaña y convertir a la canina en su mascota no oficial. A una semana de su primer juego oficial como recoge bates, han realizado varias publicaciones para pedir apoyo y buenas vibras a la nueva integrante de su equipo.
Andrew Davis abrió una cuenta de Instagram y TikTok para actualizar a los seguidores de su perro cómo avanza en sus clases de adiestramiento y aprovecha para sumar nuevos aficionados al equipo de béisbol.
“La gente quiere ver la redención de Lucy”, concluyó Davis para The Washington Post.